La cantante puertorriqueña Ednita Nazario abrió su corazón ayer para compartir las las lecciones que ha aprendido en la vida, tanto a nivel personal como profesional durante la quinta edición del Animus Summit, celebrado en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, en Miramar.
“En casa éramos una familia humilde, pero la música nunca faltó. La música ha sido siempre para mí una constante en esta aventura llamada vida”, aseguró.
Sentada en una butaca, al lado de Lucianne Gigante, cofundadora de Animus, Ednita contó que a sus 16 años se convirtió en la primera boricua en cantar en el hotel Plaza, en Nueva York. “Fue una experiencia extraordinaria. Y así fue que comencé, gradualmente, mi carrera internacional”, les comentó a las más de 1,200 mujeres que participaron del encuentro, en el que se ofrecen talleres y conferencias de desarrollo.
Conversó sobre el programa de televisión que tenía en Puerto Rico, del fenecido productor Paquito Cordero, el cual la llevó a España y de las temporadas que viajó a cantar a Mónaco.
“Pero no todo fue fácil. Cuando todo me brillaba, pasé por un proceso oscuro en mi vida. Me casé jovencita y mi pareja decidió tomar las riendas de mi carrera, y básicamente me quebró”, recordó.
En ese entonces, regresó a la isla, sola y sin dinero. “Mi padre me enseñó una gran lección. Me dijo que no me preocupara, que podría no tener dinero en ese momento, pero que mi talento nadie me lo podía quitar”, indicó.
UN NUEVO COMIENZO
De ahí en adelante, aprendió que era vital, además de cantar, saber administrar.
En ese nuevo comienzo, se convirtió en un éxito la canción “Tú sin mí”. “Y es que la vida me recompensó, porque yo tenía el valor, yo como mujer valía y tenía los ovarios para volver a empezar”, afirmó.
Como parte de la conversación, la cofundadora de Animus le preguntó a la diva sobre el mensaje que dio en 2016 al recibir el premio Excelencia Musical en los Latin Grammy.
“Lo recuerdo. Hablé de lo importante que es en la vida tener pasión, perseverancia y pantalones. Y con pantalones no me refiero a querer parecerme a un hombre, es saber ser un tronco de mujer”, subrayó.
“Los momentos incómodos en la vida, son nuestros grandes maestros. Yo no me quito, yo voy a mí. Estudio, me entretengo, soy generosa, mentora, me gusta trabajar en equipo y me encanta ser parte de la tribu de mujeres”, sostuvo.
Lucianne Gigante planteó que el promedio de la carrera de un artista es de ocho años, por lo que le preguntó cuán importante ha sido para ella, reinventarse.
“Lo único seguro en la vida es el cambio, no hay que tener miedo a lo nuevo”.
Según Ednita, es importante saber retarse uno mismo. “Cuando todo te sale bien, hay que dar las gracias y empezar de nuevo. Uno no se puede dormir en las pajas. Por eso, me gusta siempre integrar gente nueva, talentosa, gente que sepa más que yo. Gente que yo pueda compartir y aprender a la vez”, recalcó.
Otra de las cosas que le gusta a la diva de Ponce es ayudar al talento nuevo. “Yo me siento la mamá de los pollitos. Yo les digo siempre que sigan su propia nariz y compitan con ellos mismos, porque en lo que al arte se refiere, este solo se comparte”, enfatizó.
Ednita también habló sobre su hija Carolina, y la describió como el amor más grande que ha conocido en su vida. “Ya es una mujer hecha y derecha, con su propia personalidad. Y eso es lo más bonito. Ella nació a través de mí, pero es un ser completamente aparte, independiente”, afirmó.
Entre otros temas, Ednita conversó sobre su más reciente sencillo “No pienso volver”. “Nunca he creído en el concepto de la mujer víctima. Cuando estás en una situación tóxica, sea de pareja o de trabajo o amistad y no eres feliz, hay que tener la voluntad de seguir hacia adelante”, dijo.
Finalmente, aconsejó a las mujeres a comprometerse con su talento. “Recuerden que no se trata de querer ser como los hombres, sino ser la mejor mujer que se pueda. No se trata de competir, se trata de compartir”, aseguró.
“Los momentos incómodos en la vida, son nuestros grandes maestros. Yo no me quito, yo voy a mí”
EDNITA CANTANTE