Durante los pasados 10 años ha incrementado el reclamo para atender el gran reto que representa la pirotecnia para nuestra sociedad por los efectos que produce a los seres humanos, los animales y el medio ambiente. La legislación vigente no ha sido suficiente para detener el descontrol que todos los años vivimos a causa de la pirotecnia y las tragedias que causan a muchas personas y a animales.

Afortunadamente en las redes sociales, radio, prensa y televisión hemos apreciado la proliferación de mensajes para exhortar a no usar la pirotecnia. Además, somos testigos de que cada día más alcaldes instan a sus ciudadanos a no utilizar la pirotecnia. Los ejecutivos municipales han firmado ordenanzas para prohibir el uso de pirotecnia, como recién ocurrió en Cataño, cuyo alcalde ha sido ampliamente elogiado por esa iniciativa.

Eliminar o restringir el uso de la pirotecnia debido al fuerte ruido y los efectos nocivos que provoca es una medida que todos favorecen en Puerto Rico, sin importar a qué partido político pertenezca un ciudadano o que estatus político favorezca. Hay consenso nacional de erradicar las prácticas de celebración con pirotecnia y sustituirla por otras menos temerarias.

Para dar un ejemplo del nivel de concienciación que esto está creando, el propio gobierno de Puerto Rico estrenará una campaña educativa este año para educar cómo podemos cuidar de nuestras mascotas y animales de compañía para protegerlos de la pirotecnia. Este tiene que ser un primer paso para erradicar este problema creciente, que es comparable con los tiros al aire, práctica ilegal que se ha ido erradicando porque ha surgido voluntad política y social para atenderlo.

La pirotecnia afecta la vida de nuestros animales, de nuestros veteranos, de nuestros adultos mayores de nuestros niños con condiciones especiales, de nuestras aves y de nuestro ambiente.

El Proyecto 502 para la prohibición de uso, posesión y distribución de artificios de pirotecnia, a los fines de proteger la salud física y emocional de los ciudadanos, el ambiente y prevenir la crueldad animal, fue aprobado por el Senado. La medida está pendiente de aprobación en la Cámara de Representantes. Esperamos que complete el trámite legislativo y sea firmado por el gobernador.

Vamos a trabajar con la madurez y la voluntad que el momento amerita. Unidos, el gobierno estatal, los municipios, la ciudadanía y las organizaciones pro bienestar animal, podemos poner fin a este problema, siguiendo el modelo que se utilizó para controlar las balas al aire que tantas muertes y accidentes provocaron por décadas.

Rompamos la burbuja de la inacción y provoquemos de una vez un cambio que tanto nuestro país necesita con menos ruido y más compasión.

Se trata de un asunto que nos concierne a todos y todos los ciudadanos debemos actuar a la altura de un país civilizado que aprecia la vida y quiere avanzar como sociedad.

Rompamos la burbuja de la inacción y provoquemos de una vez un cambio que tanto nuestro país necesita con menos ruido y más compasión”