El Nuevo Dia

Madres reclaman justicia para sus hijas asesinadas

Wency Vélez y Michelle Vargas exigieron ayer que se aclaren las muertes de sus respectivas hijas, Aleysha y Nashaly, durante la Marcha por la Justicia convocada por la Fundación Stefano

LAURA M. QUINTERO [email protected] Twitter: @lauquinterodz

“Ay, querida muerte, no vengas hoy”. Con ese suplicio convertido en canción, dos madres puertorriqueñas, a quienes les asesinaron sus hijas el año pasado, marcharon ayer hasta el Tribunal Supremo y el Capitolio para exigir que se esclarezcan los homicidios de Aleysha Díaz Vélez y Nashaly Torres Vargas, que han quedado impunes.

El reclamo se da en medio de una vorágine de casos de violencia machista, que jamaquearon al país en la última semana y ante la cercanía del Día de las Madres.

“El mejor regalo (para el Día de las Madres) sería que me llamen y me digan que el caso de mi hija se resolvió. Es lo único que pido: justicia para mi hija”, expresó

Wency Vélez, madre de Aleysha, quien fue asesinada en Peñuelas el 23 de febrero de 2020. “Sería el mejor regalo que le pueden hacer a una madre de una hija asesinada”, agregó.

La Marcha por la Justicia, organizada por la Fundación Stefano, comenzó a las 12:15 p.m. de ayer cuando manifestantes salieron desde El Escambrón portando pañuelos morados sobre sus cabezas y sosteniendo carteles en contra de la violencia de género y el crimen organizado. Las amistades de las víctimas llevaron los nombres de las muertas en su pecho.

“Lo único que pido es justicia, que nos escuchen, que no engaveten esos casos; que les den agilidad a esos casos”, reiteró Vélez.

Desde la “tumbacocos” sonaba Vivir Sin Miedo -“que tiemble el Estado, los jueces y los judiciales”- minutos después de que el colectivo le entregó una carta directamente a la jueza presidenta del Supremo, Maite Oronoz, a quien llevaron sus reclamos.

Las mujeres, familiares y simpatizantes de la causa ocuparon un carril de la avenida Luis Muñoz Marín. Se movieron como un solo cuerpo hacia la Plaza de la Democracia, en el ala norte del Capitolio. Cuando pasaron por El Hamburguer, algunos turistas levantaron sus celulares para grabar la manifestación sin entender el mensaje que llevaban en las camisetas.

Al pasar por la Escuela José Celso Barbosa, las trabajadoras de seguridad y mantenimiento esperaban asomadas desde el muro que cercaba el plantel. En sus caras, se palpaba la preocupación y tristeza. “Yo sé lo que es eso. Soy sobreviviente de violencia doméstica”, comentó una de las trabajadoras a El Nuevo Día.

El tránsito de carros en el carril aledaño siguió su curso normal pese al grito colectivo que tenían a su izquierda. Solo uno que otro curioso retrasó el paso para intentar leer el reclamo. Cuatro conductores

sonaron la bocina en solidaridad.

Al llegar al Capitolio, fueron recibidos por el representante popular José Rivera Madera y la senadora del Movimiento Victoria Ciudadana, Ana Irma Rivera Lassen.

“Llevo un año y cuatro meses esperando por justicia para mi hija y no me dicen nada”, les reiteró Vélez.

Michelle Vargas, madre de Nashaly, relató con voz fuerte desde el micrófono: “Mataron a mi hija el 6 de octubre de 2020, en Villalba. Fue acorralada, perseguida, acosada. 102 balas encontraron en su vehículo”. Entonces, agregó entre el coraje y la indignación: “La Comandancia de Ponce todavía no ha hecho nada con su caso. Fiscalía nunca buscó (el expediente). ¿Cuántos más casos están guardados en Ciencias Forenses esperando que fiscalía los vaya a buscar?”.

Al cierre de esta edición, el Departamento de Justicia no respondió a una petición para que reaccionara a estos reclamos.

“Fui la única que llamaba todos los días a

Forenses y la única a quien le importaba que el caso de su hija se viera”, lamentó la madre dolida.

Vargas confesó que se siente insegura en su propia tierra, en la que deseaba vivir y morir. “Tengo que repensar si quedarme o irme porque no siento seguridad, no siento el apoyo, no tengo la seguridad de que la justicia se haga”, expuso en entrevista con

El Nuevo Día.

Ante la cercanía del Día de las Madres, expresó que la celebración estará incompleta sin su hija. “Si le sumamos que estamos expuestas porque los asesinos de nuestras hijas no sabemos quiénes son, y que siguen matando mujeres, no creo que tengamos mucho que celebrar el domingo”, puntualizó.

Si el país sigue pasando de largo ante su reclamo, las madres y familiares de las víctimas de la violencia posiblemente no verán justicia. Desde la “tumbacocos”, sonó otra canción: “Las que queden por favor, únanse y alcen su voz. Juntos somos más: por mí y las que no están”.

“Fui la única que llamaba todos los días a Forenses y la única a quien le importaba que el caso de su hija se viera” MICHELLE VARGAS

MADRE DE NASHALY

“Lo único que pido es justicia, que nos escuchen, que no engaveten esos casos; que les den agilidad a esos casos” WENCY VÉLEZ

MADRE DE ALEYSHA

“Nos mataron a lo más que queríamos y nos mataron también a nosotros” LUNA MARRERO

MANIFESTANTE

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2021-05-08T07:00:00.0000000Z

2021-05-08T07:00:00.0000000Z

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