El Nuevo Dia

Finca Gargiulo cierra su operación en Puerto Rico

● La falta de personal disponible para trabajar en el recogido de productos agrícolas y la importación de estos alimentos contribuyeron a su cierre

MARIAN DÍAZ [email protected] Twitter: @mariandiazrodri

La finca Gargiulo, que por más de tres décadas ha operado en Santa Isabel, cesará operaciones a fines de este año y ya ha comenzado el proceso de limpieza de la finca en preparación a su salida de Puerto Rico.

“Se va todo, la mayoría de los empleados se van en mayo y la empresa cierra el 31 de diciembre. La empacadora operó hasta hace dos semanas y ya están limpiando la finca”, confirmó Ramón González Beiró, secretario del Departamento de Agricultura a El Nuevo Día.

“Para mí es bien doloroso. Mi hermano, mi papá y yo nos encargamos de preparar los terrenos de esa finca hace 34 años”, agregó. La empresa Gargiulo es estadounidense y tiene arrendadas a la Autoridad de Tierras dos fincas, que suman 850 cuerdas.

En los últimos años Gargiulo ha enfrentado problemas para reclutar personal que trabaje en sus plantaciones de tomates. Tan difícil ha sido la contratación que han reducido a menos de la mitad su capacidad de producción.

Esta temporada de tomates terminó hace unas semanas, pero aún les queda cosechas de piña, dijo González, quien expresó su pesar por la decisión de la empresa estadounidense de irse de Puerto Rico.

El secretario señaló que “se van por varias razones, en parte por la falta de mano de obra en la isla, combinado con la importación de tomates desde México a Estados Unidos. Los precios han estado bajos por esa importación de México”.

Gargiulo estaba sembrando 280 cuerdas de tomate. En esta temporada, esperaba recolectar 685,000 cajas, de las cuales planificaba exportar el 50%. No obstante, recolectaron 500,000.

Los terrenos de Gargiulo están en el barrio Velázquez en Santa Isabel. La compañía llegó a Puerto Rico hace casi 35 años con miras a sembrar y cosechar tomates que pudiera exportar al mercado de la costa este de Estados Unidos en la temporada de invierno.

Hace cinco o seis años cultivaban 800 cuerdas en Santa Isabel, en las que recogían casi 40 millones de libras de tomates. De esas, el 70% lo exportaba y el restante 30% era para consumo local.

Los meses pico de la producción del tomate van desde enero hasta abril y usualmente se requería una plantilla de 850 trabajadores aproximadamente. Por temporada, solían empacar entre 30,000 y 40,000 cajas diarias, y cada caja tenía 25 libras de producto, según información provista en el pasado por la gerencia de la finca.

La distribución en Puerto Rico estaba a cargo de Caribbean Produce y el gerente de la finca Gargiulo en el sur es Guillermo Fernández.

Al momento, aún le queda producción de piña que mantendrán hasta fin de año, cuando entreguen las fincas.

En cuanto a qué ocurrirá con esas tierras, González sostuvo que evalúan varias opciones. “En la empacadora hay maquinaria en buenas condiciones. Quisiéramos concentrar la finca en nuevos agricultores, fácilmente podría haber 10 agricultores”, expresó el secretario, quien agregó que pudiera comenzar desde allí la exportación de melones, piña, al tiempo que se continúa con la siembra de tomates y otros frutos para el mercado local.

El Nuevo Día se comunicó con la oficina de la finca Gargiulo y con su gerente general para obtener una reacción, pero pese a haber dejado múltiples mensajes, al cierre de esta edición no se había comunicado.

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2021-05-08T07:00:00.0000000Z

2021-05-08T07:00:00.0000000Z

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