El Nuevo Dia

Un crédito por trabajo para estimular la productividad

El proyecto de ley aprobado por el Senado para ampliar el crédito por trabajo en Puerto Rico amerita la atención diligente en la Cámara de Representantes antes de que venza la presente sesión ordinaria.

La medida constituye una valiosa herramienta para compensar la productividad, inyectar dinero a la economía y ampliar la base contributiva del país. Provee un crédito a cientos de miles de trabajadores, que aunque laboran no generan ingresos suficientes para superar el umbral de pobreza. También estimula su permanencia en la fuerza laboral.

Alrededor de 612,000 personas, el 44% de los 1.39 millones que viven bajo niveles de pobreza en la isla, tienen trabajo o buscan empleo. Pero estas circunstancias no han sido suficientes para que sus condiciones de vida mejoren.

De acuerdo con estimados de la Encuesta de la Comunidad para 2018, el ingreso per cápita en Puerto Rico totalizó $12,451. En cuanto al grupo trabajador, la mediana de ingresos devengada para trabajadores ese año se estimó en $17,262. Esta suma se traduce en $1,438.50 que un empleado tiene disponible al mes para costear alimentos, ropa, medicinas, vivienda, transporte y, en el caso de los que tienen hijos, procurar su bienestar.

Los datos muestran la urgencia de ofrecer mayor compensación a quienes trabajan, y de propiciar su movilidad fuera de los niveles de pobreza. Las personas que trabajan no deberían estar sometidas a condiciones de subsistencia. Incentivar el trabajo con mecanismos como el ahora considerado en la legislatura puede atraer nuevos participantes al grupo laboral que permanecen, por opción o necesidad, dependientes de la beneficencia pública.

Vigente en la isla desde 2018, el crédito por trabajo es un beneficio que ha sido eficaz en reducir el nivel de pobreza en otras jurisdicciones de Estados Unidos desde su establecimiento en 1975. Actualmente fluctúa entre los $50 y $2,000.

La legislación aprobada en la Cámara alta aumentaría el margen hasta $6,500, según los ingresos y la cantidad de dependientes de la persona trabajadora. El alza se subvencionaría con una aportación federal que forma parte del plan de rescate económico del presidente Joe Biden, conocido por sus siglas en inglés como ARPA. Esa partida provee hasta $600 millones para el crédito por trabajo en Puerto Rico luego de que el gobierno local invierta $200 millones en ello.

Ampliar la participación laboral con buena compensación debe ser una meta de desarrollo económico, pero no la única. Esta medida de justicia social debe ser parte de una estrategia de desarrollo económico más amplia e integrada, que estimule la productividad, mueva la economía, aumente la base tributaria y erradique la cultura de dependencia.

Pudiera también ser necesario revisar los requisitos para recibir beneficios que compensen el bajo ingreso, tales como los sistemas de asistencia alimentaria, de vivienda y salud. Estos sistemas suelen penalizar a quienes, aunque generan bajos ingresos, valoran el trabajo como vía de desarrollo personal.

Si bien la aprobación senatorial ha sido un avance, es positivo que el proyecto cuente con respaldo multipartita y el aval del secretario de Hacienda.

La medida reduce la edad mínima para cualificar para el crédito, de 27 años a 19 años, lo que amplía la base de beneficiados a 85,000 trabajadores. Asimismo, aumenta el crédito para empleados que devengan el salario mínimo, de $64 a $1,500, una diferencia sustancial para muchos. Los primeros en beneficiarse recibirían un pago a manera de reintegro cuando radiquen planillas el año próximo.

Ahora que la Cámara tiene el proyecto ante sí, queda que le asigne fecha para llevar a votación y aprobarlo como parte de un conjunto de acciones que propenda a la sostenibilidad de la isla con fuentes recurrentes de financiamiento.

OPINIÓN

es-pr

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elnuevodia.com/article/281998970403275

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