El Nuevo Dia

Esclarecen el origen de la iguana en la isla

Investigadores revelan que la especie llegó como mascota desde El Salvador y Colombia

KEVIN ALICEA TORRES Especial El Nuevo Día

A través de herramientas genéticas, científicos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) encontraron que la población de iguanas verdes en Puerto Rico tiene su origen en su introducción como mascota desde El Salvador y Colombia, según un nuevo estudio publicado en la revista Biological Invasions.

Los investigadores, liderados por la bióloga Christina de Jesús Villanueva, reportaron que alrededor de 3.7 millones de iguanas fueron exportadas desde Centro y Suramérica entre 1983 y 1994. Solamente El Salvador exportó 1.9 millones de estos reptiles entre 2004 y 2009.

Para el estudio, los expertos utilizaron marcadores genéticos del ADN (ácido desoxirribonucleico) presente en las poblaciones de iguanas en Estados Unidos, Fiyi, Islas Caimán, Islas Vírgenes, Puerto Rico y República Dominicana.

“Este es el primer estudio que provee evidencia científica indicando que la iguana verde llegó a Puerto Rico desde distintos países, en especial de El Salvador y Colombia, como parte del mercado de mascotas o especies exóticas transportadas desde Estados Unidos”, destacó la investigadora del Recinto de Río Piedras de la UPR, quien también es candidata doctoral en la Universidad de Rhode Island y egresada de la UPR en Humacao.

Los hallazgos realizados con el ADN de estas poblaciones de iguanas fueron confirmados con los registros de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora

Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) para esclarecer su origen.

“Previo a nuestro estudio, en 1993, se registró en la base de datos CITES la importación de 600 iguanas verdes que fueron enviadas a Puerto Rico desde El Salvador como parte del mercado de esta especie. Sin embargo, nuestro análisis genético indicó que, además de El Salvador, las iguanas vinieron también de otros países, incluyendo Colombia”, afirmó la líder de la investigación financiada por la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) a través del Puerto Rico Louis Stokes Alliance for Minority Participation (PR-LSAMP).

Para esclarecer el origen de la iguana verde, cuyo nombre científico es Iguana iguana, De Jesús Villanueva colaboró con el doctor Riccardo Papa, quien es experto en evolución y genética.

Papa indicó que utilizaron ADN para determinar genéticamente cuán similar es la población de esta especie invasora en Puerto Rico con la de otros países y, a su vez, rastrear su llegada a la isla.

“Nuestros resultados indican que la iguana verde llegó como parte del mercado de mascotas exóticas, así que lo más probable es que las personas en Puerto Rico tenían iguanas de mascotas en sus casas y, una vez se cansaron de estas, las liberaron”, compartió Papa, quien también es profesor del Departamento de Biología en la UPR Recinto de Río Piedras.

Según los expertos, en Puerto Rico, la iguana verde se encuentra en un ambiente muy similar a su rango nativo. Por lo tanto, cuando las especies invasoras -como la iguana verde- son liberadas a un espacio que posee las condiciones similares a su ambiente nativo y sin un depredador natural presente, se reproducen rápido y aumentan su población exponencialmente.

“Las consecuencias de introducir una especie invasora no nativa a nuestros ecosistemas son devastadoras. Podemos perder nuestras especies nativas, ya sean plantas endémicas u otros organismos, como el coquí, por el mal comportamiento del ser humano y la falta de planes de manejo y control”, puntualizó Papa.

PLAGA INVASIVA

En 2004, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) declaró a la iguana verde como una plaga invasiva, cuya importación o venta es ilegal. Hace más de una década, las iguanas han impactado negativamente la agricultura.

De Jesús Villanueva afirmó que las especies invasoras son un gran problema para los ecosistemas, la economía agrícola y la salud humana, ya que pueden aumentar el riesgo de enfermedades zoonóticas (se transmiten de animales a humanos), como ocurrió con el COVID-19.

“En términos prácticos, la iguana debe ser una historia de aprendizaje o estudio de caso, ya que es una especie abundante en la isla y es preocupante ver cómo otras especies invasivas siguen reportándose en Puerto Rico como se ha visto con las serpientes pitón, los cerdos vietnamitas, entre otros”, destacó.

Según los investigadores, en Puerto Rico, la conservación ambiental debe de incluir el manejo de especies invasoras que pueden causar problemas al ambiente.

“Tenemos que exigir la creación de una oficina en el DRNA dedicada a especies invasoras”, finalizó De Jesús Villanueva.

El autor tiene un doctorado en Biología Celular y Molecular.

“Cuando induces un cambio en un ecosistema, como la introducción de especies, puede causar un ‘snowball effect’. Este problema continuará de manera rápida impactando nuestro ambiente”

RICCARDO PAPA

EXPERTO EN EVOLUCIÓN Y GENÉTICA

CIENCIA

es-pr

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elnuevodia.com/article/282071984847307

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