Luego de ser confirmado por el Senado, el hasta entonces juez presidente del Tribunal de Distrito Federal en Puerto Rico, Gustavo Gelpí, juramentó como juez del Tribunal del Circuito de Apelaciones del Primer Circuito con sede en Boston, Massachusetts.

La nominación y confirmación del juez Gelpí tiene unas vertientes que hacen de este nombramiento uno de particular importancia para nuestro país.

Comenzamos por destacar que el juez Gelpí fue nombrado en 2006 al Tribunal Federal de San Juan por el entonces presidente George W. Bush, republicano. Sin embargo, es un presidente demócrata, Joe Biden, quien lo asciende al Tribunal de Circuito Federal.

A falta de senadores y representantes en el Congreso de Estados Unidos, las nominaciones a puestos federales son promovidas en Puerto Rico por distintas figuras políticas. Típicamente, si el gobernador o el comisionado residente militan en el mismo partido en el que milita el presidente de los Estados Unidos, le toca a uno o ambos el recomendar candidatos. Otras figuras importantes en estos procesos lo son los presidentes de los partidos nacionales en la isla y los exgobernadores.

Usualmente el proceso de recomendar candidatos a una posición de nombramiento presidencial conlleva una fuerte competencia entre sectores que promueven distintos candidatos. Sin embargo, esta lucha política estuvo ausente en el proceso de nominación del juez Gelpí.

Por el contrario, Gelpí contó con las recomendaciones del gobernador Pedro Pierluisi, de la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, de los exgobernadores Sila María Calderón, Aníbal Acevedo Vilá, Luis Fortuño y Alejandro García Padilla, y del senador Carmelo Ríos, así como la de la congresista Nydia Velázquez. Esto lo llevó a realizar la proeza, poco común en la política local, de convertirse en un candidato de consenso.

No todo el que llega a una posición en la judicatura tiene la preparación, experiencia y temperamento que la posición requiere. Sin embargo, desde que Gelpí juramentó como magistrado federal en el 2001 y luego como juez de distrito federal en el 2006, ha sido reconocido como uno de los mejores jueces federales que ha servido en el tribunal local.

Entre los casos en que el juez Gelpí se ha desempeñado con éxito se encuentra el caso de la reforma de la Policía y el de los niños de Educación Especial. Pero el caso de Vaello Madero representa quizás su legado más importante a la judicatura federal local.

En Vaello Madero el juez Gelpí apoyó el derecho de un boricua a mantener el Seguro Social Suplementario en contra de las pretensiones de la Administración de Seguro Social de eliminarle dicho beneficio por el mero hecho de mudarse a Puerto Rico.

El Tribunal de Circuito de Apelaciones, 13 en total en toda la nación, resulta ser el tribunal de segunda mayor jerarquía en la esfera federal y la antesala al Tribunal Supremo de Estados Unidos. Cuando se toma en consideración que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos solo acepta un dos por ciento de los casos que le son presentados, se confirma la importancia que tiene el Tribunal de Circuito de Apelaciones.

Gelpí es apenas el segundo puertorriqueño nombrado al Tribunal de Circuito de Apelaciones del Primer Circuito. Ocupa ahora la vacante que dejó la muerte de Juan Torruella.

El mantener en el Primer Circuito juristas de la categoría del fenecido juez Torruella y ahora del juez Gelpí nos garantiza representación en un foro cuyas decisiones afectan aspectos políticos, sociales y económicos de nuestro diario vivir. El que el nombramiento recaiga en un jurista que llega a la posición por consenso nos asegura que la única atadura del juez Gelpí es su sentido de justicia. De ahí la importancia de este nombramiento.

“ El mantener en el Primer Circuito juristas de la categoría del fenecido juez Torruella y ahora del juez Gelpí nos garantiza representación en un foro cuyas decisiones afectan nuestro diario vivir”