El Nuevo Dia

Prevalece el legado de García Rinaldi

Tras el sorpresivo fallecimiento del cirujano cardiovascular, la fundación que lleva su nombre continúa los proyectos de apoyo a pacientes y estudiantes

MARGA PARÉS ARROYO [email protected] Twitter: @MargaPares_END

Su carisma, destrezas médicas y servicio al prójimo ayudaron al doctor Raúl García Rinaldi a impactar la vida de miles de personas, incluyendo pacientes que continúan agradecidos por la ayuda que recibieron a través de la fundación que lleva el nombre del cirujano cardiovascular, que falleció repentinamente en febrero pasado a causa de un infarto.

“Era una persona bien servicial y humilde y desarrollaba muy buena química con cualquier paciente, no importaba la edad. También hay que destacar que era bien accesible”, dijo Martha Montero, madre de Ian Silvestrini, de 12 años.

Su hijo, explicó, nació con una condición congénita del corazón. Cuando, a los 3 años, fue intervenido en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, la Fundación García Rinaldi los ayudó con el hospedaje de la familia –oriunda de Ponce–, pues debían permanecer cerca del área durante la hospitalización del menor. Además, hace un año, la fundación los ayudó con el pago del deducible de otro procedimiento médico de Ian. “Estamos bien agradecidos”, sostuvo. Incorporada en 1993, la Fundación García Rinaldi es una institución sin fines de lucro que busca, principalmente, brindar ayuda a pacientes médico indigentes con enfermedades cardiovasculares.

“(El doctor García Rinaldi) nos dejó un gran legado que hemos continuado y vamos a continuar”, aseguró Maura Tapia, directora ejecutiva de la entidad.

Además del Programa de Ayuda a Pacientes, la fundación es reconocida por ser un pilar educativo a través del Programa de Verano para estudiantes de escuela superior y universitarios interesados en continuar una carrera en medicina o profesiones relacionadas a la salud.

“Él fue pionero en los programas de ‘shadowing’, fue promotor de fomentar la educación presencial para que los estudiantes pudieran observar procedimientos médicos y quirúrgicos”, indicó Tapia.

Como muestra de que su legado continúa, dijo, el verano pasado se ofreció el Programa de Verano de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19, con la participación de 80 estudiantes. Mientras, a finales de 2021, abrió la convocatoria para el Programa de Verano de este año, que hasta ahora proyecta ofrecerse de forma híbrida, anticipó Tapia.

La Fundación García Rinaldi cuenta, además, con el apoyo de la Fundación Edwards y su programa internacional “Cada Latido Cuenta”, el cual busca disminuir la incidencia mundial de enfermedades cardiovasculares, especialmente de las válvulas cardíacas, explicó Tapia.

Con este auspicio, la fundación realizó el año pasado un estudio de necesidad, así como actividades educativas para fomentar la prevención de enfermedades del corazón en un grupo de adultos mayores del área oeste. Para este año, esperan replicar el ejercicio, que es parte de su Programa de Prevención en adultos mayores de San Juan y Ponce.

Además, mediante una alianza con la compañía MDF Instruments, Tapia reiteró que continuarán la tradición de repartir estetoscopios a la primera generación de alumnos de medicina, durante la histórica ceremonia de la bata blanca, a estudiantes de las cuatro escuelas de medicina del país cuando comienzan sus estudios graduados.

Mientras, como parte de sus actividades de recaudación de fondos, en diciembre, la fundación realizó su esperado torneo de golf, actividad que organiza todos los años el exgolfista James Teale, de 99 años, y que en 2021 se le dedicó a la memoria del doctor García Rinaldi.

“Perdimos a Raúl (en febrero 2021), pero la fundación, como ente aparte, tiene que continuar. Él nos dejó mil encomiendas, como promover la salud cardiovascular y la prevención. Mantener viva esa llama que él prendió”, comentó Miguel Chevres, presidente de la Junta de Directores de la entidad.

El sueño del doctor García Rinaldi de cosechar médicos puertorriqueños que se queden laborando en el país continuará a través del Programa de Verano, aseguró Chevres, quien destacó los lazos de amistad que lo unieron al cirujano cardiovascular, hasta el punto de que él y su esposa fueron los padrinos de bodas cuando el galeno se casó con Jeanette Quiñones.

“Tengo un compromiso moral con él, conmigo y con la fundación de continuar (su obra)”, sostuvo.

Carolina Maldonado Díaz, quien participó del Programa de Verano en 2010, también anhela poder contribuir al legado de García Rinaldi.

La estudiante de tercer año de medicina explicó que hace varios años le presentó a la fundación la idea de incorporar la parte investigativa al Programa de Verano.

“Es un proyecto superexitoso y productivo. Ya lleva tres años. Identificamos entre 13 y 14 estudiantes de PhD (doctorado) que mentoreen a los estudiantes en programas de investigación, con temas como ciencias básicas, microbiología y neurocirugía, entre otros”, dijo.

Graduada de Biología de la Universidad de Puerto Rico en Cayey, Maldonado Díaz aseguró le satisface haber participado en el programa, conocido a García Rinaldi y presentarle su idea de incorporar la parte investigativa al seminario veraniego.

“Él fue partícipe de la presentación (de investigación) de los participantes (del Programa de Verano). Sabiendo que él fue uno de mis mentores, sé que se llevó también esa satisfacción”, concluyó.

PUERTO RICO HOY

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2022-01-29T08:00:00.0000000Z

2022-01-29T08:00:00.0000000Z

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