El Nuevo Dia

Alerta salubrista

Gerardo Tosca Claudio Presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría

El 15 de abril, la Organización Mundial de la Salud publicó una alerta sobre casos de hepatitis aguda grave de causa desconocida en niños. Desde entonces se han notificado casos en unos 20 países. En Puerto Rico se sospecha de un caso, pero no está confirmado todavía.

Los casos se han relacionado en un 50% al adenovirus. El 90% ha requerido hospitalización y ha sido necesario trasplante de hígado entre 10 y 14% de los casos. Se trata de un evento de interés que está bajo investigación. Hasta el momento, las pruebas de laboratorio excluyen que sean casos de hepatitis virales conocidas.

El adenovirus es un virus común que puede causar síntomas respiratorios o vómito y diarrea. En general, la infección tiene una duración limitada y no evoluciona a cuadros preocupantes, aunque se han registrado casos raros de infecciones graves por adenovirus que han causado hepatitis en pacientes inmunocomprometidos o personas sometidas a trasplantes. Sin embargo, estos niños no responden a esa descripción, pues previamente estaban saludables.

A base de la información disponible, la mayoría de los niños afectados no recibió la vacuna contra COVID-19 y por ahora se descarta que los casos estén relacionados con la vacunación. En algunos casos se detectó la presencia del virus SARS-CoV-2, pero esta es una línea de investigación además de otras, como la del adenovirus.

La hepatitis aguda tiene diferentes síntomas: gastrointestinales, como diarrea o vómito, fiebre y dolor muscular, pero lo más característico es la ictericia, una coloración amarilla de la piel y los ojos. Los casos pueden presentarse con una orina un poco oscura y heces fecales claras.

El tratamiento busca aliviar los síntomas, manejar y estabilizar al paciente, si el caso es grave. Estas recomendaciones se podrán ajustar cuando se determine el origen.

Lo principal es estar atento a los síntomas, como diarrea o vómito, y principalmente si hay señales de ictericia, que es la coloración amarilla de los ojos y la piel, se debe buscar prontamente atención médica.

Si su hijo o hija presenta estos síntomas, debe hablar con su pediatra y/o llevarlo a una sala de emergencias pediátricas.

Para la prevención, recomendamos tomar medidas básicas de higiene como lavarse las manos, cubrirse al toser o estornudar, todo lo cual sirve también para prevenir la transmisión del adenovirus.

OPINIÓN

es-pr

2022-05-17T07:00:00.0000000Z

2022-05-17T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elnuevodia.com/article/281861532107925

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