El Nuevo Dia

Trastornos alimentarios: ¡Hay salida!

Por Cesiach López Maldonado

Los trastornos alimentarios están afectando a poblaciones cada vez más jóvenes. Condiciones como la anorexia y la bulimia, que antes eran más comunes en adolescentes entre los 13 y 16 años, ahora están presentándose en niñas preadolescentes de 9 a 11 años, además de varones y mujeres adultas. Aunque es un problema psiquiátrico severo que afecta la salud mental y la integridad física, es posible salir de ese ciclo de control.

En la actualidad, de todos los diagnósticos psiquiátricos, la anorexia tiene la tasa de muerte más alta. Asimismo, el suicidio es la segunda causa principal de muertes entre las personas diagnosticadas con anorexia nerviosa (la primera son las condiciones médicas).

“Hay mucho más féminas que varones que padecen trastornos de alimentación. Antes, la gran mayoría eran adolescentes de 13 a 16 años. En los últimos diez años, hay una tendencia de nenas mucho más jóvenes; preadolescentes entre 9 y 11 años con criterios completos de una anorexia. También estamos viendo muchos más varones y mujeres adultas, y eso no se veía antes”, explicó la doctora Valerie Stripes, psicóloga clínica especializada, quien dijo que, luego de trabajar en hospitales psiquiátricos y ver la gran necesidad que había en Puerto Rico para tratamientos especializados e individualizados, decidió crear Viva Clinic. Este es un centro donde se trabajan programas individualizados para pacientes de alto riesgo, en especial trastornos de alimentación, con un equipo especializado y multidisciplinario.

Tanto la anorexia como la bulimia son consideradas como diagnósticos psiquiátricos, pero tienen diferencias marcadas y complicaciones médicas por la malnutrición a la que se somete ese paciente.

“La anorexia nerviosa se caracteriza, específicamente, por miedo intenso a ganar peso y la restricción extrema a la alimentación. Hay dos tipos: puede haber una anorexia restrictiva, que es cuando están restringiendo la alimentación, haciendo una dieta extrema y teniendo rituales alrededor de la comida que no son saludables. La otra es el binge eating

disorder (BED), o trastorno por atracón, donde se come una cantidad de comida mucho más grande en un período corto y también pueden tener conducta de purga como usar laxante, vomitar y hacer ejercicio excesivo. Aquí lo que lo distingue es que, aunque la persona esté bajo peso, no quiere aumentar y tiene esa negación de que no tiene un peso saludable”, explicó.

“El pensamiento de miedo es tan fuerte que, aunque esté casi muriéndose con las complicaciones médicas, prefiere hacer lo que la anorexia le dice que haga, que es que restrinja [la alimentación] porque va a engordar. Lo peligroso es esa parte psicológica que la atrapa adentro de esas conductas”, expuso la doctora Stripes.

En el caso de la bulimia, la licenciada Lizmar Cordero, dietista y nutricionista, estableció que, por el contrario, este otro trastorno alimentario se caracteriza por la pérdida de control a la hora de ingerir alimentos y, que los criterios para diagnosticarlo deben presentarse, al menos, una vez a la semana.

“En la bulimia nerviosa es que se padece de impulsos de sobrealimentación recurrentes o atracones. La persona entra en unos episodios que come por encima de lo que el cuerpo puede sostener. Estos atracones se cuantifican en cuestión de lo que el cuerpo necesita. Aunque se sienta súper llena continúa comiendo. Aquí, en particular, no hay una restricción de alimentos; la persona come libremente, no hay rituales de restricción ni conteo de calorías, y recurre a la purga que es vomitar o a usar laxante. [La persona] está todo el tiempo culpándose, pero no hay una restricción extrema”, especificó la licenciada Cordero.

¿HAY ALTERNATIVAS PARA SALIR DE ESTOS TRASTORNOS?

A pesar de lo profundo que pueden llegar a ser estos trastornos de la alimentación, existe una salida. Las expertas aseguran que, mientras más temprano pueda atenderse ese paciente, más posibilidades tiene de salir airoso. Aquí es fundamental el rol de los familiares y de los médicos para que puedan identificar que el paciente requiere un referido para recibir atención especializada y servicios multidisciplinarios.

“Necesitamos llegar más rápido. Los médicos deberían estar pendientes y evaluar si [los trastornos alimentarios] es lo que le está pasando a ese paciente. Esos casos son de alto riesgo y tiene que referirlos”, dijo la doctora Stripes, quien exhortó a los pediatras a prestar atención cuando sus pacientes pierden peso, pues, a esa edad, “perder más de ocho libras al mes no es normal y puede ser señal de que hay un trastorno alimentario”, afirmó.

Además, la doctora Stripes recalcó que es importante que la clase médica tome en consideración la gravedad de estos trastornos para empezar a manejar a los pacientes de acuerdo a sus limitaciones.

“Tiene que haber esa concientización, especialmente en los pediatras, los ginecólogos y hasta los psiquiatras porque todavía se le dice el peso al paciente y, para un adolescente que tiene redes sociales encima, que, de momento, el pediatra le diga estás pesando tanto, puede ser un impacto. Mejor pésalo de espalda, enséñale cómo está en la percentil. Explora un poco si están bajando de peso desde la última cita. Hay que hacer un screening de que comió en las últimas 24 horas”, dijo la psicóloga.

En cuanto a alternativas de tratamiento, ambas especialistas recomiendan un proceso de atención multidisciplinario, entiéndase recibir tratamiento en varias áreas de la salud física y mental, además de incluir terapias de bienestar. Pero, primero, debe ir paso a paso para que el paciente llegue a aceptar su condición y tomar una posición proactiva hacia el tratamiento.

“[Los pacientes con trastornos alimentarios] tienen diferentes fases, posiblemente, llegan en negación, si no contemplan que hay una condición médica. Luego, aceptan y, después accionan. Nosotras después educamos al paciente con esa información, que es la verdadera para poderlo mover despacio a la acción”, explicó Cordero.

De no poder estar en una clínica especializada, las expertas recomiendan que se establezca un equipo de médicos que incluya: un pediatra, un psiquiatra o internista, un psicólogo especializado, dietista especializado y alguna terapia, ya sea de yoga o meditación.

“Está evidenciado que si el paciente tiene todo ese círculo interdisciplinario su recuperación es más efectiva. Es importante que, cuando las personas tienen trastornos alimentarios, los profesionales que sean parte de ese dream team recovery, sean especializados en trastornos alimentarios, deben tener ese conocimiento. Es esencial para que estén sincronizados y puedan darle tratamiento efectivo”, recomendó Cordero a quienes prefieran crear su propio equipo.

Además, una de las herramientas que ambas expertas utilizan en su clínica, y que recomiendan a toda persona, es el libro “Living the Life I Truly Desire, An Anorexia Recovery Workbook”. Con este libro, que ambas colegas lanzaron recientemente en conjunto, se busca ayudar a los pacientes con anorexia a manejar su condición y poder realizar técnicas que les ayuden a salir de ese trastorno con sus médicos.

“El libro se especializa en atender la anorexia. Nos dejamos inspirar por Louise Hay, ella era una mentora en todo lo que eran afirmaciones y cambiar los pensamientos. Ella tenía unas tarjetas con imágenes bien bellas y, empezamos a hacer esa compilación de esas afirmaciones y le pedimos a varias pacientes que eran artistas y que estaban en ese proceso de recuperación, que si ellas querían dibujar o hacer imágenes de esas afirmaciones y ahí empieza el libro a tener imágenes hechas por pacientes que están recuperándose y así conecta con quien está leyendo el libro”, sostuvo la doctora Stripes.

Según la licenciada Cordero, el libro va paso a paso en ese proceso de recuperación y, por medio de esas afirmaciones, metáforas y ejercicios, las pacientes llegan a identificar la voz del trastorno de alimentación y empiezan a redescubrirse a sí mismas. Es, entonces, cuando dejan de ser controladas por ese trastorno y comienzan una etapa de recuperación.

SALUD MENTAL

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2022-05-17T07:00:00.0000000Z

2022-05-17T07:00:00.0000000Z

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