El Nuevo Dia

Reducir y reusar: antídotos del plástico

Brenda Torres Barreto Directora Ejecutiva, Programa del Estuario de la Bahía de San Juan

Desde el 1992 se supone que Puerto Rico estuviese reciclando el 35% de sus residuos sólidos. Hoy se dice que el reciclaje no alcanza el 10%. Hay que reflexionar sobre esta inacción, pero hoy me centraré en los dos pasos que anteceden al reciclaje: reducir y reusar.

La reducción debe comenzar desde la producción del plástico. Disminuir el material tóxico que es el plástico reduce la huella ecológica que dejamos, pues manufacturar una sola botella de plástico requiere tres veces la cantidad de agua necesaria para llenarla y 200 veces más energía de lo requerido para que el agua fluya por la pluma. Por otro lado, el reúso requiere de la disciplina de cada uno de nosotros. Esta disciplina está guiada por la consciencia y los hábitos que tenemos en nuestros hogares. Dirigir nuestro diario vivir hacia reducir y reusar nos posicionaría como entes de cambio.

Somos el primer frente de acción de un esfuerzo global. En esta denominada Década de la Acción para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 175 naciones pactaron en marzo un tratado jurídicamente vinculante que detenga la contaminación por plástico. El paso fue descrito como el acuerdo multilateral más importante en asuntos de medioambiente desde el Acuerdo de París, en 2016. En buena medida, porque por primera vez se refiere a todo el ciclo de vida del plástico, desde su producción, diseño y eliminación.

La contaminación de plástico en el mundo se compara con una epidemia. La acumulación de 11 millones de toneladas de residuos plásticos, llegados cada año de todas partes del mundo, ha formado islas en áreas oceánicas. La ONU estima que esa cantidad podría triplicarse en menos de 20 años. Y está demostrado que la exposición a ese material puede ser nociva para los sistemas reproductivo, hormonal, metabólico y neurológico de las personas.

Jurisdicciones de Estados Unidos -como Washington y California- se han adelantado legislando para prohibir, por ejemplo, la producción del poliestireno, derivado de la industria del plástico y utilizado para producir las neveras de foam que comúnmente se llevan a nuestras playas.

En el Congreso se radicaron al menos tres proyectos: el HR 2238 y el S.984 para crear la ley para liberarnos de la contaminación del plástico y el proyecto del Senado 1507 para crear la ley de aguas libres de pellets o bolitas de plástico. Los primeros buscan reducir la producción de una variedad de productos y materiales y aumentar los esfuerzos para disponer, manejar y reciclar o compostar productos y materiales. Con ello abordan las responsabilidades de la industria. El tercero requiere a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos prohibir ciertas descargas de pellets y otros plásticos en aguas de la nación.

Puerto Rico legisló en tres ocasiones (2015, 2019 y 2021) para lidiar con el problema del plástico, pero poco, si algo, se ha logrado. ¿Acaso no lo vemos todos los días cuando vamos de compras o en las playas y carreteras? El año pasado el Scuba Dogs Society informó que voluntarios del evento internacional de limpieza de costas recogieron 2,332 bolsas plásticas de nuestras costas. Este dato valida nuestra percepción sobre la falta de efectividad de la legislación vigente. Cambiamos una bolsa plástica finita por otra más gruesa, lo que burla nuestro compromiso con el medioambiente y con generaciones futuras. Como ciudadanos tenemos una responsabilidad. Seguir el ritmo de nuestras vidas ajetreadas sin tomar acción perpetúa la dependencia del plástico.

Insto a cada persona a no quedarnos callados y a actuar. Existen propuestas de acción concretas ofrecidas por la coalición Generación Circular (generacioncircular.org) que pueden tener impacto inmediato y generar una economía verdaderamente sostenible. Informemos a nuestras familias, amistades y compañeros de trabajo sobre la necesidad de intencionalmente reemplazar materiales desechables por materiales reusables en todo momento y cuestionemos políticas públicas que a simple vista son inefectivas.

OPINIÓN

es-pr

2022-05-19T07:00:00.0000000Z

2022-05-19T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elnuevodia.com/article/281917366686755

El Nuevo Dia