El Nuevo Dia

Sin espacio para la melancolía

El legendario receptor puertorriqueño conversó con El Nuevo Día sobre lo que ha sido su última temporada en las Mayores

ANTOLÍN MALDONADO RÍOS

SAN LUIS.- Sentado frente a su vestidor en el clubhouse local de los Cardinals en el Busch Stadium, el receptor boricua Yadier Molina tiene en sus manos un ‘arma’ muy distinta al bate y la trocha que utiliza dentro del terreno de juego.

Han pasado unos 15 a 20 minutos desde que se dio el último out de una victoria por 6-3 de San Luis sobre los Brewers de Milwaukee en una pacífica jornada diurna dominical, y ya dentro del ‘clubhouse’, Yadi le dispara desde su asiento par de ‘ balas’ inofensivas a sus compañeros con una especie rifle de los que se utilizan en el juego de ‘ Gotcha’.

Una réplica del jersey que utilizan los Vaqueros de Bayamón del Baloncesto Superior Nacional (BSN) en Puerto Rico, pero modificada con el nombre de “Marciano”, el mote de Molina, es parte de su atuendo luego de haberse duchado y de haber ‘catcheado’ par de entradas como sustituto tarde en el juego, de Andrew Knizner.

La imagen de Molina vacilando con sus panas y disparando con el rifle de juego, hacen recordar sus palabras cuando se reportó a finales de marzo a su último campamento de entrenamiento primaveral con los Cardinals en Florida. Desde entonces, ya tenía muy clara su misión de lo que esperaba en la última temporada de su larga carrera en las Grandes Ligas: “estamos bien preparados para zumbar los últimos cartuchos de nosotros, y esperamos que sea algo bueno. Vamos a dejar todas las balas en esta temporada para luego disfrutar de la familia y ver lo que pasa”.

Y hasta el momento ha sido bueno, al menos colectivamente. Aunque Molina no las ha tenido todas consigo, pues se lesionó una rodilla y perdió alrededor de un mes y medio de temporada, el equipo se ha mantenido contendiendo en la primera posición de la División Central de la Liga Nacional.

Y su retorno a juego el 2 de agosto tras rehabilitarse de su lesión, no pudo haber llegado en mejor momento, cuando la temporada está en la recta final de los últimos dos meses y con los Cardinals en buena posición para extender su temporada hasta los ‘playoffs’, y asi tener una mejor fiesta de despedida tanto para Yadi, como para sus compañeros Adam Wainwright y Albert Pujols.

“Muy bien, la verdad que bien. Estamos en primer lugar y esa es la mentalidad y el deseo de uno… todo bien”, contestó a El Nuevo Día al ser abordado y cuestionado sobre las sensaciones que ha vivido esta temporada, sabiendo que está en el último tramo de su trayectoria en la que está cumpliendo su decimonovena campaña en las Mayores.

La entrevista con este diario fue realizada el domingo luego de la victoria sobre los Brewers. Molina aún no conocía sobre la cancelación del cuarto partido de la serie final del BSN entre sus Vaqueros y los Atléticos de San Germán, lo que lo llevó a realizar unas expresiones en la red social Instagram.

SÓLIDOS LOS CARDINALS

Posterior a la acción del domingo, los Cardinals quedaron con marca de 63-51 y ventaja de 1.5 juegos sobre sus más cercanos rivales, los Brewers de Milwaukee (61-52), precisamente.

Al sol de hoy, San Luis sería el tercer sembrado de la Liga Nacional para los playoffs, por lo que tendría que conformarse con entrar a la postemporada jugando una primera ronda en una serie corta contra el tercer equipo que entre por la vía del ‘wild card’. Esto porque los Dodgers de Los Ángeles (79-34) y los Mets de Nueva York (75-40) son los otros dos líderes divisionales con mejor récord y bajo el formato nuevo de playoffs que se estrena en 2022, pasarían directo a las series divisionales de mantenerse así hasta el final de la fase regular.

Pero al fin y al cabo, los Cardinals se asegurarían de alargar la estadía de Molina. Ese el enfoque del boricua, más allá de pensar en el aspecto personal y en que está atravesando su última participación en Grandes Ligas, tras debutar en 2004 y obtener múltiples logros individuales y colectivos a lo largo de las últimas dos décadas.

De hecho, cuando se le preguntó al catcher doradeño si en esta temporada han venido memorias de sus mejores años en MLB o de sus primeros pasos con los Cardinals, a medida que se aproxima el final de su carrera, Molina aseguró que su enfoque es otro y no ha dado espacio en su mente para individualismos.

“No, en verdad no. Estamos concentrados en seguir ganando. En cuestión de lo personal, en verdad que no”, aseguró. “Es mi último año, pero no cambia nada del juego mío. No hace nada. En verdad que no (no vienen recuerdos)”.

Molina, limitado por la lesión durante buena parte del verano, ha aparecido este año en solo en 49 partidos, y está promediando en bateo solo .213 con dos cuadrangulares y 12 carreras remolcadas.

Aparte de la acortada temporada de 2020 debido a la pandemia, esta será la de menor participación de Molina. Luego de aparecer detrás del plato en 51 partidos en su año de novato, por 16 temporadas el boricua siempre catcheó más de 100 juegos, incluyendo los 121 del año pasado. Pero restando 48 partidos a los Cardinals, ya Molina no podrá alcanzar esa cifra. Y admite que no fue fácil perder tiempo de juego considerable en su temporada de despedida.

“Sí, obviamente fue difícil pero sabía que no era una lesión culminante… que iba a tomar par de meses y ya. Pero no estaba preocupado por eso. Sabía que iba a volver

y aquí estamos”, expresó con la satisfacción de saber que su equipo está en carrera hacia los playoffs.

SIGUE AGREGANDO GESTAS

Y en el plano personal no es que todo haya sido negativo para Yadier, pues con cada aparición ha continuado agrandando su resumé. Por ejemplo, con el sencillo que conectó el sábado aquí en San Luis, llegó a 2,148 hits de por vida, y quedó a solo dos de alcanzar en la quinta posición de todos los tiempos a Yogi Berra, entre los receptores con más imparables. Además, hace poco más de una semana se convirtió en el máximo productor de hits en la historia del actual parque de los Cardinals, el Busch Stadium III, al llegar la cifra de los 1,000. Entre los receptores, solo la leyenda de los Yankees, Yogi Berra, ha bateado más incogibles en un mismo estadio (Yankee Stadium) con 1,029.

Así también, junto a su compañero, el lanzador Adam Wainwright, el binomio impuso en mayo un nuevo récord de las Grandes Ligas con su victoria número 203 como batería titular.

En el plano colectivo, de lograr la clasificación, San Luis haría su decimotercera aparición en los playoffs durante la era de Molina en las últimas 19 campañas.

Con nueve Guantes de Oro a su haber, tercera mayor cantidad para un jugador de su posición en la historia de las Mayores, además de cuatro Guantes de Platino, dos anillos de campeón de Serie Mundial (2006 y 2011), un Bate de Plata y 10 selecciones para el Juego de Estrellas, muchos consideran que Molina es un lógico candidato para el Salón de la Fama tras su retiro. El doradeño será candidato por primera vez posterior a la temporada 2027.

Mas a pesar de todo ese historial de éxito, Molina aseguró que no se sintió mal por tener que regresar a las ligas menores para cumplir con el proceso de rehabilitación el mes pasado. De hecho, hay jugadores de trayectoria que pasan por su situación de una lesión en sus últimos años, y en ocasiones se les concede permanecer con el equipo grande en lo que recuperan. Yadier, en cambio, estuvo encantado con el tiempo que estuvo en la filial Triple A de San Luis en Memphis, con cuyos Redbirds participó en dos juegos a finales de julio.

“No, en verdad que no ( me molestó). Me divierte mucho ir allá y estar con los chamacos. Sí, solamente es un tiempo, no toda la temporada. Pero estar ahí con los muchachos y tratar de ayudarlos, la verdad que es divertido”, dijo Molina, quien este invierno estará dirigiendo a los Navegantes de Magallanes en la Liga Venezolana de Béisbol.

DEPORTES

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2022-08-16T07:00:00.0000000Z

2022-08-16T07:00:00.0000000Z

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