El Nuevo Dia

Herida la economía de la montaña por los daños a sus carreteras

● Más de 115,000 conductores se ven afectados por el cierre de tramos en más de una veintena de vías a causa del huracán Fiona

MARICARMEN RIVERA SÁNCHEZ Especial para El Nuevo Día

El golpe del huracán Fiona a las carreteras y puentes del país tiene un impacto que va más allá de la estructura física que tomará meses, sino años, en reparar. Las consecuencias de deslizamientos y carreteras cerradas son ya evidentes en el trajín diario, en la economía de estos pueblos y en la calidad de vida de sus residentes.

En Utuado, por ejemplo, una vía cerrada significa que los estudiantes tardarán media hora más para llegar a la escuela.

“No tenemos vías seguras. Tengo deslizamientos y derrumbes y nos atrapamos más porque hay carreteras que tenemos que dar la vuelta. Eso se convierte en más tiempo”, contó el alcalde, Jorge Pérez Heredia . “La (PR-) 111, la tengo cerrada porque abrimos pasos en otras, pero son pasos provisionales. En algún punto, todas las carreteras están incomunicadas”.

Relató que la situación se le complicó estos días porque no ha parado de llover y a diario, el municipio se la pasa limpiando deslizamientos.

“Lleva tres días lloviendo y eso lo que implica es que, lo que limpié ayer lo tengo que volver a limpiar hoy porque el terreno está tan lleno de agua que las escorrentías caminan por encima del terreno y tenemos más deslizamientos”, dijo. “Estamos limpiando lo mismo todos los días”.

Todas las carreteras de este pueblo están cerradas a alguna altura, ya sea por el impacto del huracán o por los continuos derrumbes.

El director de la Autoridad de Carreteras (ACT), Edwin González Montalvo, dijo que hasta ayer se habían reportado 436 incidentes en carreteras del país, de los cuales 242 van a requerir construcción. Hay al menos 20 tramos de carreteras cerradas, incluyendo la carretera 143 en Orocovis. Se trata de carreteras altamente transitadas en estas zonas; arterias que –ante la ausencia de expresos – son la conexión al resto de la isla.

Datos del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), detallan que en la PR-111 de Utuado transitan anualmente 56,000 vehículos en todas direcciones. Solo el segmento cerrado desde el huracán es la vía para 1,900 vehículos diariamente. Los derrumbes y deslizamientos en las 20 carreteras que cualifican para fondos de la Administración Federal de Carreteras afectan a unos 115,700 conductores diariamente, según la ACT.

La ACT ya solicitó $35.3 millones en fondos federales para atender la inmediatez de estas reparaciones, pero el director informó que no pedirán a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) que cambie el plan fiscal de la corporación pública ante las nuevas urgencias.

A su entender, el desembolso de fondos federales y la autorización de la JSF para utilizar fondos de emergencia deben ser suficientes para estas reparaciones.

La JSF, en tanto, dijo en declaraciones escritas que “es muy pronto para evaluar plenamente los daños causados por el huracán Fiona en las carreteras de Puerto Rico y si esos daños requerirán un cambio en las proyecciones financieras del plan fiscal”.

GOLPE ECONÓMICO PARA SECTORES YA VULNERABLES

El catedrático de la Escuela Graduada de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, José Caraballo Cueto, no descartó que estas mismas complicaciones diarias desemboquen en otra baja en la población en estas comunidades.

“Las carreteras son parte esencial de la infraestructura y la economía no puede correr sin infraestructura. Esto no solo afecta la calidad de vida, sino el acarreo de la mercancía, que es ahora más costosa”, afirmó. “Mucha de la población que vive en los campos está bajo el nivel de pobreza o cerca del nivel de pobreza y eso reduce aún más el poder adquisitivo, porque en vez de gastar el dinero en bienes y servicios, tienen que gastarlo en más gasolina porque tienen que dar una vuelta para llegar al mismo sitio”.

Se trata de una gota más que cae en un vaso ya desbordado.

PRESIÓN DEMOGRÁFICA

“Es el huracán María, los terremotos, la pandemia, Fiona. Es una escalada de situaciones y es normal que (las personas) se muden a municipios o lugares que no hayan sido tan impactados”, indicó.

De acuerdo con el Censo de 2020, en Puerto Rico viven cerca de 3.3 millones de personas. De estas, cerca de un millón viven en municipios que pueden considerarse parte del área metropolitana. En Utuado, viven 28,287 personas y en Cabo Rojo –otro de los municipios afectados por Fiona– viven 47,158 personas.

Faustino González Quiles, presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores, no descartó que la reparación de estas carreteras se dificulte, no solo por la falta de materiales y mano de obra, sino por lo complicado que puede resultar llegar a estos lugares con camiones grandes. Esto ya ha sucedido en Utuado, donde el alcalde ha solicitado a la Guardia Nacional que envíe vehículos más pequeños, pues los camiones que utilizan no caben por las vías que han logrado abrir.

“Son carreteras de un carril en ambas direcciones. Hay riscos, hay pendientes a un lado y riscos al otro. Todo eso complica la reparación. Hay que ver cómo está ese terreno debajo de la carretera”, estimó González Quiles. “Ha caído mucha agua en poco tiempo. No es cuestión de tirar relleno y ya. Es hacer la reparación con los elementos de nuestro clima y con el cambio climático en mente”.

Tomás Torres Placa, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Planificación, abogó por, al menos, garantizar el acceso a estas comunidades en lo que se realizan las reparaciones viales.

“El gobierno debe poner toda la infraestructura temporera para evitar que estas comunidades estén aisladas”, dijo.

El planificador Gabriel Rodríguez recordó, en tanto, que estas carreteras fuera del área metropolitana son más propensas al olvido de los gobiernos a la hora de asignar fondos para mantenimiento. Esas lluvias trajeron, entonces, estos lodos.

“El esfuerzo para construir carreteras, expresos, autopistas, no estuvo balanceado con la asignación de recursos para el mantenimiento de esa red de carreteras y, en las áreas rurales, se pavimenta y se abre acceso en una que otra campaña electoral, pero no se le da un verdadero mantenimiento”, opinó. “Cuando llegan estos eventos, se convierten en desastres porque esa carretera se ha ido socavando por mucho tiempo”.

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2022-09-30T07:00:00.0000000Z

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