El Nuevo Dia

Armoniosa sincronía entre moda, música y danza contemporánea

El diseñador Gustavo Arango crea el vestuario de los bailarines de Andanza para el concierto “Un mundo de fábulas”

LIZ SANDRA SANTIAGO [email protected]

A la sincronía entre la compañía puertorriqueña de danza contemporánea Andanza y la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR) en el concierto “Un mundo de fábulas” se unirá un tercer elemento que promete darle un toque diferente a esta pieza: la moda. Pues, en esta ocasión, el diseñador Gustavo Arango se unirá a este espectáculo que se llevará a cabo en una única función el próximo sábado en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes de Santurce.

En el concierto –dirigido por el director titular de la OSPR, el maestro Maximiano Valdés- Andanza participará en la pieza “Ma mère l’oye” (“Mi madre la Oca”), del compositor francés Maurice Ravel.

“Para nosotros, que sea Gustavo Arango es un honor y tremenda oportunidad, porque tener un artista de ese nivel que viene con otras ideas y propuestas, enriquece el espectáculo”, dijo Lolita Villanúa, directora artística y ejecutiva de Andanza.

Por su parte, Arango –quien siempre ha sido un fiel admirador del arte- no tuvo reparos en adentrarse por primera vez en el mundo del baile contemporáneo.

“Ellos buscaban un poquito de fantasía y vieron que yo estaba trabajando mucho lo que es el tul, la suavidad. Todo lo que tenga que ver con cultura y todo lo que tenga que ver con arte me apasiona.

Y así empezó esta alianza”, confesó el diseñador.

Para la creación del vestuario de los 10 bailarines que participarán del espectáculo, Arango trabajó de la mano de la coreógrafa Ana Sánchez-Colberg , quien puso sobre la mesa las ideas que tenía para que cada uno de los cuentos que componen la pieza de Ravel, que incluye “Pavane de la Bella Durmiente”, “La Bella y la Bestia”, “Pulgarcito”, “La emperatriz de las pagodas” y “El jardín encantado”. Sánchez-Colberg explicó que, aunque fue un reto ordenar el vestuario de acuerdo al orden de los cuentos, buscó la manera de que el resultado fuera una puesta en escena que promete ser una hermosa experiencia para los sentidos. La coreógrafa enfatizó que la música de esta pieza no es como los ballets románticos que narran una historia, sino que la música de Ravel sugiere motivos y ‘moods’ que invitan a crear un movimiento más orgánico. Por eso, sugirió trabajar con las energías que se van a transmitir en el escenario.

“En vez de estar viendo métrico, ritmo, se empezó a ver volúmenes de energía en el espacio. Sobre todo, que el espacio es bien pequeño y para contraponer el hecho de que el espacio es estrecho, porque estamos al frente de los músicos en un mismo escenario, lo que hicimos fue tomar ideas de las coreografías chinas del hanfu, donde ellos se disuelven en las telas y la energía. No es que sea un baile chino, pero, como coreógrafa, me encanta esa idea visual. Lo que se propone en escena es el movimiento súper complicado y súper elaborado, pero la tela crea ese contrapunto”, explicó Sánchez-Colberg.

En el vestuario predomina el tono gris, desde más claro hasta más oscuro, pasando por el plateado. La coreógrafa mencionó que se relaciona con las agujas que son elementos que se van viendo a través de los cuentos. Los toques de color se ven en personajes específicos.

“Para crear unas siluetas que tengan la transparencia, estamos utilizando tul, chiffones, brocados, que a su vez se vea la ilusión de la desnudez. Las telas van a crear esta ilusión de flotar”, añadió Arango, quien utilizó telas impresas exclusivamente para este vestuario.

El diseñador aseguró que por el tipo de movimiento es bien importante que la tela sea como una segunda piel para que los bailarines puedan moverse cómodamente y lograr la proyección esperada. Añadió que se confeccionaron 30 piezas entre ellas pantalones, faldas, caftanes y corsés.

Un detalle que resaltó Sánchez-Colberg es que, debido a la duración de la pieza –que será de unos 30 minutos, donde contarán cinco historias- los cambios en el vestuario se harán en escena, por lo que “está coreografiado”.

“Tenemos la música y la sinfonía de las telas. En el caso de la rosa de ‘La Bella y la Bestia’, en la pieza estará personificada. Nadie se acuerda de la rosa, pero la cuestión en el cuento es que cuando se está dando la historia de amor, ella se destruye. El vestuario va a tener pétalos sobrepuestos y la coreografía está hecha para que ella se deshoje”, mencionó.

UN GIRO MODERNO

Aunque son cuentos tradicionales, infantiles, no se trata de un espectáculo infantil, sino de uno con una visión “más actual, contemporánea, adulta, madura y que trastoca esos cánones establecidos de género”, especificó Villanúa.

En esta puesta en escena del clásico “La Bella y la Bestia” el personaje de Bella estará a cargo de Alberto A. Rivera Rivera, mientras que Bestia será interpretado por Aura González.

“Aunque hoy en día la bestia podría continuar siendo hombre en términos de la violencia generalizada perpetrada por hombres contra mujeres y contra otras sexualidades, sin duda, que él sea valorado como belleza es otra forma de presentar y de abordar esos temas de manera natural y artística en el escenario con esos nuevos públicos que estamos conociendo. Eso es parte de la danza contemporánea. El arte con

temporáneo tiene que cuestionar todas estas barreras y esos patrones establecidos”, dijo Villanúa.

Para Rivera Rivera se trata de una gran oportunidad que va alineada con su identidad de género.

“Siento que va con mi identidad en específico de género, porque uso los pronombres él, ella, elle. Siempre pienso que todo el mundo puede entrar dentro del papel de Bella y que normalmente, si eres varón o si te presentas masculinamente, pues puede ser que probablemente no te escojan como Bella. Y, el hecho de que Ana me escogió como Bella, fue súper afirmante para mi persona y me siento súper cómodo, cómoda, cómode en este papel”, destacó Rivera Rivera.

Mientras González opinó que ese cambio de roles es reflejo de la manera en la que la sociedad se va abriendo a la inclusión.

“El clásico es que Bestia es varón, en este caso es diferente. Es algo que va también con la compañía con la que trabajamos, que es contemporánea y que va un poco con cómo se va transformando la sociedad y el mundo. Falta mucho, pero en diferentes espacios se está logrando eso de que el género no tiene un fin”, añadió la González a quien se le unen otros ocho bailarines: Natalia Fajardo, Miriam López, Cristina Lugo, Jaime Maldonado, Karlo Martínez, Adriana Morales, Steven Rodríguez y Maru Toro.

Andanza y la OSPR habían colaborado anteriormente. Sin embargo, Villanúa comentó que para el elenco de la obra esta es una experiencia única, por la oportunidad de realizar una actuación con música en vivo en un recinto tan importante.

“Para los bailarines es una experiencia única. Es bien distinto bailar con la música en vivo, pero es bien retante porque no es una grabación que siempre va a estar igual y a pesar de que hay un maestro dirigiendo la orquesta y los músicos lo han ensayado, todos son seres humanos. Entonces la música, como el baile, en vivo tiene sus diferencias y variaciones y tiene que haber una conexión absoluta del bailarín”, mencionó la experimentada bailarina.

FLASH & CULTURA

es-pr

2022-10-05T07:00:00.0000000Z

2022-10-05T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elnuevodia.com/article/281702618604536

El Nuevo Dia