La corta visita del presidente Joe Biden a la Perla del Sur en ocasión de los daños causados por el huracán Fiona es un intento por marcar una diferencia con la administración anterior y mostrar compromiso con Puerto Rico. En la corta reunión que sostuve con el mandatario federal junto a portavoces de grupos participantes enfatizamos la importancia de que FEMA financie la transformación del sistema eléctrico, mediante la inversión de los fondos de recuperación de desastres asignados luego del huracán María en sistemas solares en techos y baterías comenzando con las comunidades más marginadas del país.

FEMA ya le asignó el dinero a la AEE, pero no ha completado el análisis ambiental necesario que le daría consideración a los sistemas solares en techos o en lugares cercanos al punto de consumo. La AEE y su propia fuerza laboral, conjuntamente con comunidades organizadas e instaladores locales podrían, mediante un proceso transparente, adquirir e instalar los sistemas solares con baterías a todas las residencias, negocios e instituciones de Puerto Rico.

Los huracanes LUMA y Fiona han mostrado que la gran mayoría de las residencias con placas en techo y baterías han podido seguir funcionando sin tener que depender de combustibles fósiles escasos para plantas eléctricas que se dañan y que cuando funcionan nos llenan el aire de tóxicos. Recientemente, la AEE dio un paso en esa dirección, que debe ser apoyado para que las familias pobres y de medianos ingresos tengan acceso a los sistemas solares en techos o cerca del punto de consumo. Esa iniciativa se debe ampliar para brindar acceso universal a energía renovable resiliente que salvaría vidas y pondría a Puerto Rico en ruta hacia la viabilidad.

En Puerto Rico hay una gran aceptación social de sistemas solares en techos y baterías para almacenar la energía renovable. Solo resta que el gobierno federal y de Puerto Rico se pongan del lado del pueblo y utilicen los recursos que tienen a la mano, como la cantidad histórica de fondos de recuperación de desastres, y colaboren con comunidades organizadas y la sociedad civil, y con instaladores locales de sistemas solares en techos para cambiar esta realidad nefasta que estamos viviendo.

Recordemos que el huracán Fiona solo alcanzó categoría 1. La falta de mantenimiento básico de vegetación por parte de LUMA Energy, sin duda, contribuyó a que un huracán que escasamente entró a Puerto Rico (contrario al huracán María de categoría 4, que atravesó directamente todo el país) haya causado un apagón total y que no haya aún restablecido el servicio eléctrico para decenas de miles de familias. Al momento, solo las personas de altos ingresos o con capacidad crediticia han podido acceder a los sistemas solares en sus hogares. Esto profundiza la desigualdad social y económica en el país. La gente pobre no puede obtener préstamos o pagar arrendamientos de equipos solares en el mercado.

Los fondos de recuperación de desastres deben promover la justicia energética. Ese fue el mensaje que compartimos con el presidente Biden y con el letrero que mostré en la foto que ya han visto en las redes sociales y en los medios. Esperemos que el presidente esté escuchando.

Los fondos de recuperación de desastres deben promover la justicia energética. Ese fue el mensaje que compartimos con Biden”