La ingeniera María Ayala, quien era supervisora del proyecto de construcción del puente atirantado de Naranjito por parte de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), planteó ayer que no fue hasta el presente que supo que los diseñadores de la estructura advirtieron que había “múltiples trabajos sin terminar” que hacían que la obra no estuviera apta para abrir al tránsito cuando fue inaugurado el 24 de octubre de 2008.

“No era copiada en todas las comunicaciones”, respondió Ayala, durante el primer día de vistas públicas de la Comisión para el Desarrollo y la Fiscalización de Fondos Públicos de la Región Norte de la Cámara de Representantes, que investiga las fallas estructurales y vicios de construcción del puente.

“Mediante la revisión de los documentos de los expedientes de Área de Construcción, obtuve conocimiento de una comunicación del ingeniero Ralph Burrington de Jacobs (compañía privada de inspección) en donde incluyó copia de una comunicación entre los diseñadores CSA y HNTB de la cual yo no había sido copiada y desconocía. Surge de dicha comunicación que el puente contaba con múltiples trabajos sin terminar y no apto para el tráfico. En ningún momento fui consultada respecto a la determinación de inaugurar o abrir al tránsito el puente atirantado”, planteó la ingeniera.

Ayala reconoció que dicha comunicación del ingeniero Burrington ocurrió en noviembre de 2008 y, en un aparte con periodistas, planteó que lo supo al revisar el expediente previo a la vista pública. A preguntas de representantes, la ingeniera reconoció que sabía que había trabajos sin terminar en el puente al ser inaugurado, pero “lo que no conocía en ese momento era qué consecuencias podía tener abrir al tránsito sin terminar esos trabajos que faltaban”.

Uno de los documentos en manos de El Nuevo Día muestra que Ayala fue copiada en una comunicación de Las Piedras Construction -la compañía a cargo de la construcción del puente- el 16 de octubre de 2008, dirigida a Burrington, que comienza planteando que el proyecto “estaba originalmente concebido para abrir al tráfico cuando todas las actividades (de construcción) fueran completadas”.

“Una cosa es que faltaran unos trabajos y otra cosa que fueran críticos para abrir al tránsito, que eso es lo que se refleja en esta nueva carta que vine a ver ahora”, manifestó al ser cuestionada por este medio.

“Al día de hoy desconozco la persona o personas que dieron la instrucción de abrir o inaugurar el puente dado que dicha determinación se tomaba a otros niveles de mayor jerarquía”, señaló, al desligarse de esa decisión.

Durante el primer día de vistas públicas también depusieron la secretaria del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Eileen M. Vélez Vega, y el director ejecutivo de la ACT, Edwin González Montalvo.

A preguntas de varios legisladores, el director ejecutivo de la ACT también reconoció que en el expediente del puente existen documentos que evidencian que la obra no estaba lista para ser inaugurada.

Ambos reconocieron que el puente se inauguró, además, sin un plan de mantenimiento que debía ser especializado, y que ese mantenimiento tampoco fue ejecutado por ninguna de las administraciones posteriores a la inauguración.

Los funcionarios aseguraron que, cónsono con el millonario proyecto de rehabilitación que ejecuta ahora la ACT, se desarrolla un plan de mantenimiento preventivo especializado para el cual están identificados los fondos.

En su turno de preguntas, el representante por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez, cuestionó si en algún momento durante los pasados 10 años la ACT auditó o realizó una investigación forense que adjudicara responsabilidad por los daños dado que el puente fue inaugurado a destiempo. “No existe en el expediente”, respondió el director ejecutivo de la ACT.

El ingeniero también fue cuestionado en torno al relevo de responsabilidad que ex director ejecutivo de la ACT Luis Trinidad Garay firmó en beneficio de Las Piedras Construction el mismo día en que fue inaugurado el puente, un relevo que dicha compañía aseguró -en entrevista con El Nuevo Día- que surgió a raíz de la inauguración a destiempo de la obra.

“Del récord encontramos esa carta que usted menciona, la misma surge el mismo día que se inauguró. Para mi sorpresa, en los dos años que llevo aquí, en ningún momento se ha dado por mi persona o la secretaria (del DTOP) un relevo de responsabilidad de cualquier clase para poder inaugurar una obra”, apuntó González Montalvo.