El segundo día de juicio contra Carlos Julián Maldonado Dávila por el “hit and run” en el que murió Natalia Ayala Rivera, la madrugada del 5 de enero de 2022, fue protagonizado por interrogantes de la defensa a alegadas incongruencias del testimonio de Carlos Sosa Bigio , quien se encontraba con la víctima al momento del accidente. El abogado Pedro Sanabria Andino, defensa de Maldonado Dávila, cuestionó a Sosa Bigio si había indicado, en una entrevista con el agente investigador del caso, si Ayala Rivera estaba detrás de él, al lado derecho del auto BMW que conducía la víctima, y que daba hacia la vía, cuando un auto los impactó.

“Le pregunto si usted le dice al agente que ‘Natalia venía detrás de mí y, cuando estoy tratando de abrir la puerta del pasajero (del carro de Natalia), me doy cuenta de un vehículo color azul’”, preguntó el abogado. “No”, contestó Sosa Bigio. En su turno de preguntas, el fiscal Ángel García Rodríguez presentó el documento de las notas que tomó el agente Josué Pellot Pérez. El testigo recordó –como consta en el documento– que, luego de dar su testimonio, pidió al oficial que eliminara una parte de su declaración que, según él, era incorrecta.

La parte que Sosa Bigio solicitó eliminar era la que decía que Ayala Rivera estaba detrás de él cuando fueron impactados. “¿Por qué lo corrigió?”, preguntó el fiscal. “Porque no era así”, contestó. El testigo declaró que la joven estaba cerca del foco derecho del auto BMW, en el área del paseo, “entre los dos vehículos” –en referencia al auto de Ayala Rivera y la guagua de Sosa Bigio– al momento del “hit and run”.

Por otro lado, el abogado también cuestionó si el testigo declaró, en la vista preliminar, que sabía que en la escena se encontró un “cover” de una guagua azul. Además, le preguntó si sabía que, en los medios, se reportó el color del auto que presuntamente atropelló fatalmente a la joven, a lo que contestó que no.

La madrugada del accidente, Sosa Bigio declaró a dos agentes que el auto era “oscuro o negro”.

Más adelante esa madrugada, el testigo reconoció que declaró a otro agente que el vehículo que los impactó era “negro”.

El fiscal señaló que el testigo de los hechos “siempre se ha sostenido en los particulares” del caso, y atribuyó las discrepancias al “shock”.