Ángel León, sentenciado a 223 años de cárcel, fue el primer testigo de la fiscalía federal en el inicio ayer del juicio por el asesinato del ejecutivo de Doral Bank Maurice Spagnoletti, ocurrido el 15 de junio de 2011, y otras dos personas.

En un caso que llamó la atención a nivel internacional, Spagnoletti fue asesinado mientras conducía cerca del Túnel Minillas, en San Juan.

Un gran jurado acusó a Luis Carmona Bernacet, Yadiel Serrano Canales, Rolando Rivera Solís, Alex Burgos Amaro, Alan Lugo Montalvo y Fabiany Alméstica Monge por pertenecer a una empresa de narcotráfico, violaciones a la ley federal de armas de fuego y por tres asesinatos relacionados a esos delitos.

A preguntas de la fiscal Kelly Zenón, el testigo cooperador comenzó a describir el liderato de la organización criminal que supuestamente operó en los residenciales Villa España y Jardines de Caparra, entre los años 2000 y 2014.

En sala, León identificó a dos de los acusados en el juicio federal, Carmona Bernacet, alias “Canito Cumbre”, y Lugo Montalvo, como dos de los líderes de lo que describió como el “corillo” que estaba a cargo de la distribución de sustancias controladas y del control de los puntos de drogas. Señaló que vio a Carmona Bernacet portando armas de fuego cuando impartía instrucciones de la operación criminal.

También declaró que, después del 2001, Carmona Bernacet, junto con otro líder, le dieron órdenes de asesinato, como cuando le pidieron “cerrar” un punto de venta de drogas en Caimito.

El jurado recién seleccionado al mediodía de ayer escuchó el testimonio. Nueve mujeres y tres hombres analizarán durante cinco semanas el desfile de prueba, que cuenta con una lista de 47 potenciales testigos.

El interrogatorio de León se detuvo a las 5:00 p.m. y continuará hoy. Sus declaraciones comenzaron justo después de los informes iniciales, con la presencia en sala de la viuda del banquero asesinado, Marissa Spagnoletti . Aunque figura en la lista de potenciales testigos, la viuda podrá presenciar los argumentos de inicio y los finales, según lo autorizó el juez federal Francisco Besosa.

“Este es el caso de una organización, una empresa, que usó el asesinato como contestación a cualquier obstáculo que estuviera en su camino de hacer dinero”, dijo el fiscal Víctor Acevedo. Planteó que Rivera Solís tenía una compañía de mantenimiento que tenía contratos con Doral Bank, pero Spagnoletti decidió cortar su contrato porque encontró irregularidades.

Los cargos específicos por el asesinato de Spagnoletti son contra Carmona Bernacet, Serrano Canales, Rivera Solís y Burgos Amaro. El juicio contra Burgos Amaro se verá por separado, en verano, informó su abogada de la defensa Anita Hill a El Nuevo Día.

Mientras, todos los acusados enfrentan cargos de narcotráfico y violación a la ley de armas, así como por otros dos asesinatos mencionados en la acusación.