Hasta hace casi dos años, el parque Aventura Cueva Ventana, en Arecibo, era una de las atracciones turísticas más visitadas en Puerto Rico, pero hoy está al borde de la quiebra, reconoció Froilán Oliveras Te

jeiro , presidente de Salomé Ecoturismo, la corporación dueña de los terrenos.

La precaria situación económica del parque se produjo luego de que en 2021 tuvo que cesar operaciones debido a una orden de cese y desista que emitió la Junta de Planificación (JP) por ausencia de permisos.

Desde ese entonces, aseveró Oliveras Tejeiro, la corporación intentó legalizar la operación del negocio, pero denunció que no ha recibido ninguna respuesta por parte del gobierno.

“El impacto económico ha sido desastroso. Ha sido igual de malo para todo el mundo. Para los tour operadores, los transportistas de guaguas y los turistas que llegan, pero estamos cerrados”, describió el empresario en entrevista con El Nuevo Día.

“En la zona, los restaurantes y los chinchorritos están vacíos, porque son 150,000 personas menos pasando por esa ruta, todos buscando turismo, consumir y divertirse”, agregó.

Lamentó, asimismo, la pérdida de 20 empleos. Aunque aseguró que por 85 semanas mantuvo algunos trabajadores activos para dar mantenimiento y seguridad al lugar, reconoció que no pudo continuar con la carga económica ante la falta de ingresos.

“La corporación que lo maneja (el parque) está quebrada, porque no hay ingresos. Hemos perdido tanto, que no hay nada. Son números negativos para todo el mundo”, afirmó.

Cuestionado sobre si acudirá al Tribunal Federal de Quiebras bajo el capítulo 11 de reorganización, aceptó que “en algún momento será un recurso que tendré que tomar, porque nada dura para siempre”.

¿EN DÓNDE QUEDARON LOS PERMISOS?

La orden de la JP se produjo en agosto de 2021 e incluyó una multa de $2,880, tras una querella sometida por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) contra la empresa, el 25 de agosto de ese año.

Según el documento que examinó Nego

cios , la JP encontró que el parque no tenía permiso de uso para operar oficinas ni viajes turísticos. Tampoco tenía permiso de construcción, pese a que en los terrenos donde ubica la popular cueva con vista al valle del Río Grande de Arecibo se construyeron baños, tablados y una boletería.

Al indagar sobre el caso, la portavoz de prensa de la JP, Ivelisse Prado, informó que Salomé Ecoturismo solicitó una reconsideración de la determinación. Ante eso, el pasado 7 de marzo de 2023, la JP emitió una resolución concediendo 30 días para que el querellado presente evidencia de haber iniciado los trámites para legalizar su operación.

“La JP se encuentra cumpliendo con su deber ministerial de garantizar que las construcciones y usos en Puerto Rico se llevan a cabo a tenor con las leyes y reglamentos aplicables. La (JP) continuará fiscalizando el proceso de legalización de las obras y de la parte querellada incumplir con lo ordenado, estaremos tomando todas las acciones legales correspondientes”, expresó Prado.

Hasta ahora, no hay ningún permiso único pendiente de adjudicación bajo el nombre de Salomé Ecoturismo Corp., confirmó la Oficina de Gerencia y Permisos (OGPe).

La entidad gubernamental precisó que en 2021 se registró una solicitud a esos fines, pero aseguró que, posteriormente, la misma fue archivada. No se detallaron las razones.

“Al presente, para Salomé Ecoturismo, solo se encuentra en evaluación una solicitud de recomendación ambiental (2022-419724-REA-011743), la cual se encuentra en espera de los comentarios de las agencias concernidas”, estableció la OGPe por escrito.

Desde el día uno, Olijeras Tejeiro defendió que el parque operaba al amparo de un acuerdo colaborativo con el Departamento de Recursos Naturales (DRNA) desde 2012.

No obstante, dicho documento había caducado en 2018 y, según el DRNA y la OGPe, no eximía a la corporación de contar con los permisos requeridos por el gobierno.

PROCESO ANTE EL DRNA

Además de la orden de la JP, la corporación enfrenta una querella ante el DRNA por la construcción de un paseo tablado en madera, que conduce a Cueva León, otra de las atracciones del parque.

Los trabajos fueron paralizados por el Cuerpo de Vigilantes de la agencia el 24 de abril de 2021, luego de que se encontraron violaciones a la Ley 111 de 1985 para la protección de cuevas, cavernas o sumideros, así como a la Ley 241 de 1999 para la protección de la vida silvestre y a la Ley 292 de 1999 para la protección de la zona cársica.

El proyecto, que conllevó una inversión de unos $100,000, consta de un gazebo en madera y un puente de 280 a 300 pies de largo, denominado como Paso del Indio, construido con madera y acero, que está sostenido en una montaña de piedra caliza. Mientras, en el área de la cueva se colocaron unas barandas de madera y hubo movimiento de tierra.

Joel Seijo, portavoz de prensa del DRNA, informó a este diario que el caso todavía permanece bajo la evaluación de la División Legal.

“Espero ansiosamente que podamos reabrir, porque no hay ninguna razón para que el proyecto de Cueva Ventana, que es un proyecto reconocido turísticamente en Puerto Rico y otras partes del mundo, no pueda reabrir. Si la agencia ( DRNA) tiene una inquietud porque alguien puso una querella sobre Cueva León y el puente, que son infundadas, eso se puede ventilar luego sin perjudicar la atracción turística y movimiento económico que hace falta”, dijo.

“La corporación que lo maneja (el parque) está quebrada, porque no hay ingresos. Hemos perdido tanto, que no hay nada. Son números negativos para todo el mundo”

FROILÁN OLIVERAS TEJEIRO

PRESIDENTE DE SALOMÉ ECOTURISMO CORP.