El Nuevo Dia

Ante un colosal desafío la AAA

Para asegurar el suplido de agua a largo plazo, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados debe corregir las deficiencias que provocan la pérdida de casi dos terceras partes de su producción

MANUEL GUILLAMA CAPELLA [email protected] Twitter: @GuillamaManuel

Ante un escenario de cambios climatológicos que continuarán reduciendo progresivamente los niveles de precipitación anuales, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) se enfrenta al desafío de garantizar a largo plazo el suplido de agua que demanda el país, lo que requerirá corregir las deficiencias operacionales que, entre otros elementos, provocan la pérdida de casi dos terceras partes de su producción.

En esa misión, la corporación pública tiene a la mano una asignación de $3,695 millones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), la segunda partida más grande destinada a una entidad del gobierno puertorriqueño, solo por detrás de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

“Toda nuestra infraestructura necesita esa inversión de dinero. Lo que hemos estado haciendo es identificando estas plantas, por ejemplo, en el sistema metropolitano, que es el que cubre la mayor cantidad de población. Ahora mismo, todas las plantas del sistema metropolitano tienen un proyecto en proceso. La planta de Enrique Ortega (La Plata) fue parte de un proceso de subasta que ahora mismo tiene un proyecto que se estará realizando por más de $125 millones, para rehabilitar la planta completa. La planta de filtros de Guaynabo también tiene un proyecto de rehabilitación completa, que ahora está entrando a la fase de diseño”, expresó la presidenta ejecutiva de la AAA, Doriel Pagán , agregando que para la planta de Sergio Cuevas, que se suple del embalse Carraízo, también se prevé una “rehabilitación” abarcadora cuya inversión superaría los $140 millones.

El mapa interactivo que la AAA tiene disponible en su página web precisa que, al presente, hay unos 229 proyectos de

mejoras capitales activos, entre ellos, 27 que fueron completados.

Pagán aclaró que no todas las obras en proceso se financian con fondos asignados por FEMA en respuesta al huracán María, sino que el dinero proviene de distintas fuentes a las que la AAA tiene acceso en virtud de leyes federales que regulan el manejo del recurso agua, así como de fondos propios.

“Hay proyectos de renovaciones de tuberías, de rehabilitación de bombas y alcantarillados, rehabilitación de tanques (de almacenamiento) en las cinco regiones operacionales de las que se compone la AAA. Estos (229) proyectos impactan a más de 470 instalaciones. Por ejemplo, en la (región) norte, hay un proyecto de rehabilitación de tanques. Eso es un proyecto que impacta 10, 15 o 20 tanques”, recalcó la presidenta ejecutiva.

La reestructuración de la deuda de la AAA, que se concretó a través del Título VI de la ley Promesa en 2019, permitió a la corporación pública recuperar acceso a varias fuentes de financiamiento federal que actualmente otorgan fondos para obras capitales.

“Los fondos de (la ley federal) ‘Clean Water’ vienen a través del Departamento de Recursos Naturales (y Ambientales) y los de (la ley ‘Safe) Drinking Water’, a través del Departamento de Salud. Desde entonces, hemos estado actualizando los fondos que estaban disponibles. Ahora mismo tenemos un proceso a través de AFI para cerca de $46 millones de (fondos) ‘Drinking Water’, que con eso nos pondríamos prácticamente al día con los fondos que estaban disponibles”, articuló la funcionaria.

“Algunos de los proyectos que se están realizando hoy son la planta de filtros de Coto Laurel (Ponce), con fondos de ‘Drinking Water’; también tenemos en el sur la planta de filtros Ponce Nueva. En el oeste, la estación de bombas de Culebrinas (Aguadilla), cuya rehabilitación es bien importante para nosotros porque, al mejorarla, que es el proyecto que tenemos en un avance de 60%, nos ayudará a optimizar o tener mayor viabilidad de agua disponible, y tener que usar menos el embalse de Guajataca”, describió Pagán.

ADAPTACIÓN IMPERATIVA

Para el planificador y exrepresentante de los consumidores en la Junta de Gobierno de la AAA Félix Aponte Ortiz, los cambios en los ciclos hidrológicos que se continuarán experimentando –periodos de lluvia más cortos pero de mayor intensidad– son un elemento que impacta las operaciones de la corporación pública desde diferentes vertientes.

“Las inundaciones son un problema de seguridad pública que se agrava y es un asunto que hay que atender. Esos eventos extremos ordinariamente inciden sobre el sistema de aprovechamiento del recurso agua porque la AAA tiene cientos de pequeñas tomas en los ríos y quebradas que suplen agua, sobre todo en la región montañosa. La frecuencia con que dichas instalaciones se averían o atrofian (…) sería más recurrente y, obviamente, (repercutiría) en interrupciones de servicio en esas regiones”, alertó Aponte Ortiz.

Al concluir el año fiscal 2022, la AAA estimó que había perdido 65.4% del agua que produjo, ligeramente por debajo del 66.6% que registró el año previo, cifras que prácticamente cuadruplican el estándar mundial de 17%. Las pérdidas que sufre la AAA se segregan entre las comerciales –el agua que la corporación no logra facturar debido, por ejemplo, al hurto– y las físicas –que responden a las deficiencias de infraestructura en el sistema, como los salideros–.

Pagán, en la entrevista con El Nuevo Día, afirmó que las características del sistema en Puerto Rico impiden considerar el estándar del 17% como un objetivo alcanzable.

“Nuestro sistema es el más complejo de la nación americana. Nosotros tenemos 4,000 instalaciones. Si vas a Estados Unidos,

“Nuestro sistema (de acueductos) es el más complejo de la nación americana. Nosotros tenemos 4,000 instalaciones”

DORIEL PAGÁN

PRESIDENTA EJECUTIVA DE LA AAA

puedes ver una planta (para un área amplia). Claro, nuestra geografía es completamente diferente; así que requiere varias estaciones de bomba. Por ejemplo, en Comerío, el barrio Doña Elena requiere cinco estaciones de bomba para que le llegue el agua al último cliente”, sostuvo Pagán, precisando que la corporación pública mantiene sobre 20,000 millas de tuberías.

En ese contexto, la jefa de la AAA evitó esbozar metas que considere realistas, más allá de procurar reducciones graduales en el renglón de pérdida de agua. Junto a los esfuerzos prioritarios para atacar tanto las pérdidas comerciales como físicas, Pagán destacó la importancia de tener métricas claras del agua que la AAA, en efecto, produce.

“Eso es lo básico. En los últimos dos a tres años, esa ha sido nuestra prioridad, que nuestras plantas de filtración y sistemas que producen agua, como los pozos, tengan un metro. Venimos avanzando en ese porcentaje, ahora mismo estamos en un 90% y queremos llegar a 93% del agua que producimos (sea) medida a junio 30. No sabemos cómo controlar si no medimos”, insistió Pagán.

El ingeniero Carl Soderberg, miembro del Comité de Expertos y Asesores en Cambio Climático, reconoció la complejidad del sistema de acueductos del país y las gestiones de la AAA para atender la pérdida en sus distintas modalidades, pero recalcó la viabilidad e importancia de que se procure alcanzar el estándar global.

“Lo que pasa es que ese numerito (de 17%) no lo pone Carl Soderberg, lo pone el Banco Mundial. Yo creo que en Puerto Rico, de hecho, debemos bajar del 17%. Como primer objetivo, debemos bajar a 17%, pero después, debido a nuestra condición y necesidades de agua, debemos seguir bajando y llegar a los niveles de Holanda, Japón y otros países avanzados. De hecho, islas del Caribe, como Curazao, están en 8%”, destacó el experto en manejo del agua.

Aponte Ortiz, por su parte, mencionó modelos como el sistema metropolitano de Madrid, que sirve a seis millones de personas y apenas desperdicia cerca del 3% del agua, así como el de Sídney, en Australia, que opera sistemas potables, sanitarios y pluviales en una zona con largos periodos de sequía y registra un 10% de pérdida.

En Madrid, dijo el planificador, designan “entre 200 y 300 millones de euros para un proceso continuo de reemplazo de tuberías que completaba su ciclo de vida. No esperaban que la tubería se pusiera obsoleta o se rompiera, sino que, completado su ciclo de vida, ya estaba la inversión hecha y se reemplaza, asegurando una eficiencia e ingresos continuos”.

Aponte Ortiz y Soderberg esbozaron opiniones encontradas sobre el papel que deben jugar, a futuro, los embalses como estructuras de almacenamiento de agua. Uno de los proyectos de recuperación más cuantioso –$98.6 millones– que actualmente encamina la AAA es el dragado de la represa Carraízo, que se estima podría completarse para 2025. De momento, Carraízo es la única represa con un dragado programado.

“Yo puedo identificar que definitivamente hay que dragar el embalse de Dos Bocas, que suple al Superacueducto, que incluye de Arecibo hasta San Juan, parte de Caguas, Gurabo y parte de San Lorenzo. Lo que pasa es que ese embalse no es la AAA, (sino) de la AEE. En esta discusión del agua, hay muchos embalses que no son propiedad de la AAA”, recalcó Soderberg, quien también abogó por el dragado urgente del embalse Guayabal, que suple a Juana Díaz y Ponce. Al igual que Dos Bocas, Guayabal pertenece a la AEE.

La AAA administra 19 embalses, mien

tras la AEE tiene 12 bajo su jurisdicción. La AEE no concedió una entrevista solicitada para abordar sus planes de manejo de los embalses, que es uno de los componentes que permanecerán en manos de la corporación pública, tras la privatización de los sistemas de transmisión, distribución y generación de energía.

Aponte Ortiz, además de enfatizar la importancia de la atención a la red de tuberías de la corporación pública, apuntó a los beneficios de retomar la extracción de agua subterránea, particularmente en municipios del norte como Arecibo, Barceloneta, Vega Baja, Vega Alta y Dorado. Contrario a los ríos y lagos, los acuíferos tienden a mantener sus niveles en periodos de poca precipitación y son menos propensos a la sedimentación. Sin embargo, dijo Aponte Ortiz, la AAA “abandonó” el uso de pozos subterráneos, en parte, debido a la contaminación de estos cuerpos de agua.

“La AAA construyó, a lo largo de su historia, como 600 pozos, y actualmente usa como doscientos y pico. Hay cientos de pozos abandonados. Ni siquiera están preparados para usarse. La ciencia y la tecnología han avanzado tanto para el tratamiento del agua subterránea que el agua, aunque tenga concentraciones bajas de sustancias, que algunas pueden producir cáncer, no inhabilita las fuentes porque se puede tratar”, aseguró Aponte Ortiz, quien destacó que suplir agua subterránea cuesta a la AAA “una décima

“En algunas ocasiones sí se puede sacar el agua (de los acuíferos) y, obviamente, tenemos que volver al dragado de los embalses porque, con el cambio climático, habrá eventos de lluvia más intensos”

CARL SODERBERG MIEMBRO DEL COMITÉ DE EXPERTOS Y ASESORES EN CAMBIO CLIMÁTICO

parte” que hacerlo de ríos y embalses.

Por su parte, Soderberg expresó que, en el sur, “ya se está sacando más agua (de acuíferos) de la que se puede compensar”, al tiempo que el aumento en el nivel del mar juega en contra de la posibilidad de maximizar el recurso.

“En algunas ocasiones sí se puede sacar el agua y, obviamente, tenemos que volver al dragado de los embalses porque, con el cambio climático, habrá eventos de lluvia

más intensos. Si en esos eventos limitados no tenemos dónde almacenarla, vamos a perder la oportunidad de tenerla disponible para cuando haga falta”, dijo el exdirector de la Agencia federal de Protección Ambiental en Puerto Rico y el Caribe.

Soderberg también instó a la AAA a aprovechar las aguas usadas para propósitos no potables, propiciar la conservación de agua a nivel residencial y reubicar las plantas de tratamiento que se encuentran cerca de las costas. Actualmente, el 70% de la capacidad de tratamiento de aguas usadas ubica en zonas de riesgo ante marejadas y aumentos en el nivel del mar. “La primera que se va a afectar es la planta regional de Carolina, que está ubicada en Loíza. Es algo costoso, pero se puede planificar y hay fondos federales disponibles para hacerlo”, dijo Soderberg.

REEMPLAZO DE CONTADORES

El proyecto más cuantioso en el inventario de la AAA, con una asignación de $330 millones de FEMA, es el reemplazo de todos los contadores existentes por los llamados metros “inteligentes”, que podrán monitorearse de manera remota. Aunque se espera poder cambiar los 1.5 millones de contadores en cinco años, este verano comenzará un proyecto piloto, de 10 meses, con la instalación de 3,000 contadores remotos.

La vida útil de los contadores inteligentes se extenderá entre 10 y 15 años, o entre el doble y el triple de los contadores mecánicos. A pesar de que los contadores mecánicos deben reemplazarse a los cinco años, Arnaldo Jiménez, director de Planificación Estratégica de la AAA, reconoció que el promedio de antigüedad de los aparatos activos ronda los nueve años.

Mientras los contadores inteligentes deberán impactar el renglón de la pérdida comercial, Pagán aludió también a los esfuerzos en curso para mitigar las pérdidas físicas de la AAA, que se concentran en la zona metropolitana.

“Una de las iniciativas que tenemos (se centra en) los manejos de presión. Un salidero ocurre por dos razones: hay una presión excesiva en el sistema o la tubería necesita ser reemplazada. Se han identificado unas áreas a través de todo Puerto Rico para poder hacer ese balance hidráulico en la red de distribución y evitar esos salideros por altas presiones. (…) Si es la tubería que está rota, ya el año fiscal (vigente) invertimos cerca de $7 millones en renovación de tuberías. Para este próximo año fiscal estaremos triplicando la cantidad”, resaltó la ingeniera.

En el caso de los salideros ocultos, Pagán y Jiménez destacaron un proyecto de detección de fugas que se desarrolló entre noviembre y diciembre de 2022, en colaboración con una compañía estadounidense.

“Ellos tienen un sistema de satélites que detecta cierto grado de humedad sobre el terreno. Cubrimos alrededor de 500 metros en el área de San Juan. Hicimos dos imágenes satelitales que nos identificaron potenciales fugas de agua que no eran visibles. Procedimos a ir a esos lugares e hicimos el trabajo típico de rastreo de fugas y las mismas han sido validadas. Si hubiéramos recorrido la misma área con nuestro personal de detección de fugas, el tiempo promedio que hubiera tomado detectar esas fugas era de 15 meses, y lo logramos identificar en un mes. El promedio de efectividad de detección de la fuga ronda el 75% al 78%”, dijo Jiménez, al indicar que se contempla, a futuro, asignar presupuesto recurrente para la implementación de este mecanismo en zonas estratégicas.

EL ESTATUS DE LA RECUPERACIÓN

De los $3,695 millones que FEMA asignó a la AAA por medio del mecanismo FAASt (FEMA Accelerated Awards Strategy), el 23.9% ($876 millones) ha sido comprometido para 56 proyectos de obra permanente, de acuerdo con el portal de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia ( COR 3). Sin embargo, a la fecha, los desembolsos suman $266 millones, o un 7% del monto asignado.

A casi seis años del huracán María, Pagán se expresó conforme con el ritmo de las obras de reconstrucción, mientras Andrés Muñoz , subdirector de Coordinación de FEMA en Puerto Rico, catalogó como “una referencia” la forma en que la AAA ha tramitado y ejecutado los proyectos.

“Ciertamente tiene una gerencia que conoce bien las necesidades y, desde el primer día, hemos establecido una estructura. Ya se han establecido con otras agencias, pero con la AAA lo logramos establecer muy temprano. Con la AEE lo hemos logrado y se está reflejando en el avance de los proyectos, pero en la AAA fue más temprano en el proceso”, dijo Muñoz, haciendo un contraste con el desafío que representó lidiar con los cambios de gerencia en la AEE y la entrada de LUMA Energy y Genera PR como operadores privados.

Como parte de la partida global de $3,695 millones, Muñoz destacó que la AAA cuenta con $267 millones “totalmente liberados” para trabajos de ingeniería y arquitectura, lo que propende a agilizar la ejecución de las obras. Al momento, dijo el funcionario federal, FEMA tiene bajo evaluación 25 proyectos.

“No estoy diciendo que todos se podrán aprobar este año, pero, si abres el cajón de Acueductos, es lo que vas a encontrar y es lo que estamos discutiendo en reuniones todos los miércoles”, acentuó Muñoz, quien se abstuvo de proyectar cuándo sería posible obligar la totalidad de los fondos restantes para la AAA. “No se trata de sacrificar calidad, o hacer proyectos menos efectivos, por avanzar”, añadió.

Entre los esfuerzos para maximizar la capacidad de almacenamiento de agua, Muñoz destacó los proyectos dirigidos a reparar los tanques. “Se han desarrollado proyectos para invertir en gran parte de los tanques”, comentó.

La presidenta de la AAA, en tanto, tampoco quiso comprometerse con una proyección del tiempo que demoraría completar las obras federales.

“Esta es nuestra prioridad y estamos usando todos los recursos disponibles. Tenemos una oportunidad histórica en la AAA y queremos aprovecharla al máximo porque nuestra infraestructura lo necesita”, acentuó Pagán.

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2023-06-06T07:00:00.0000000Z

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