Usuarios del Tren Urbano respaldaron los esfuerzos del gobierno para extender el servicio a otros sectores metropolitanos, pero sostuvieron que, entretanto, hay que realizar ajustes para aumentar el patrocinio y facilitar la experiencia de viaje a los usuarios.

Víctor A. Ramírez, quien ha utilizado el tren desde su inauguración en el 2004, sostuvo que la calidad del servicio “ha disminuido considerablemente” como resultado de la reducción en la frecuencia de viajes del Tren Urbano y de las rutas alimentadoras de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA).

A este panorama se suma la eliminación de métodos de pago, dijo. El Tren Urbano dejó de aceptar métodos electrónicos en sus máquinas de boletos en el 2010 y, ese mismo año, la AMA dejó de aceptar billetes para pagar la tarifa. “Las máquinas de boleto y los tornos de seguridad se han dejado de mantener hasta el punto donde tan solo funciona uno en la entrada de cada estación”, señaló Ramírez.

Ramírez apoyó la extensión del Tren Urbano bajo la modalidad actual, ya que supondría ahorros.

Durante una vista pública de la Comisión de Innovación del Senado, el director ejecutivo de la Autoridad de Transporte Integrado (ATI), Josué Menéndez, reconoció que entre los usuarios existe una “inquietud” con el tema de la boletería, que debe estar “resuelto” para mayo del 2024. “Hay que reseñar que la situación empeoró como consecuencia de los huracanes Irma y María, que me dañaron las máquinas”, argumentó.

La idea, añadió, es crear una aplicación móvil a través de la cual los usuarios puedan utilizar diferentes tipos de pago, así como conocer el itinerario de las rutas de autobuses, el tren y la lancha de Cataño.

Actualmente, la ATI evalúa una primera extensión del Tren Urbano desde la estación Sagrado Corazón, en Santurce, hasta el Distrito de Convenciones, en Miramar.

El gobernador Pedro Pierluisi favoreció ayer la extensión, aunque resaltó que se debe consultar a usuarios y expertos antes de tomar una decisión final.

“Esa ruta a mí me parece que hace todo el sentido del mundo. También pienso que hace sentido que tenga paradas en esa trayectoria”, indicó Pierluisi. “Lo que pasa es que todo esto hay que estudiarlo y la disponibilidad de fondos que tenemos”, agregó.

Gilberto Vigo Rodríguez, de Caguas, también se expresó a favor de la extensión y sostuvo que “prepara el camino para llegar hasta el Viejo San Juan”. Al igual que Ramírez, Vigo Rodríguez enfatizó en que se mantenga el modelo de tren pesado y recomendó que se revisiten algunas de las propuestas trabajadas a través de los años.

La senadora Elizabeth Rosa Vélez , presidenta de la Comisión, dijo que es buen momento para mirar una extensión fuera de la zona metropolitana. “Esto comenzó en el 2004 con unas expectativas grandísimas de mejorar el tráfico que hay en la zona metropolitana y hoy, a 19 años, la gente se sigue quejándose del ataponamiento”, expresó.

La reportera Gloria Ruiz Kuilan colaboró en esta nota.