A toda edad, la verdadera belleza está en la autenticidad
Zoé Laboy Alvarado Exsecretaria de la Gobernación y Exsenadora
No, no y no. Me niego a aceptar mucho de lo que veo en las redes sociales. Nuestra sociedad, gracias a Dios, con el pasar de los años está entendiendo que el valor del ser humano no depende de su color, edad, orientación sexual ni de otros rasgos.
Claro, aceptemos que todavía hay demasiadas personas que no lo han entendido, pero pienso que, si en algún momento les tocara de cerca, otra sería su posición.
Dedico estas líneas a uno de los discrímenes difundidos en las redes sociales que rechazo tenazmente. Un mensaje, publicado por una persona cuyo perfil lleva la foto de una mujer joven, presenta fotografías de figuras públicas femeninas de cuando eran jóvenes, contrastándolas con su físico de edad madura. La autora escribe “el tiempo no perdona”.
A ella, y a quienes piensen de esa forma, les digo: “qué equivocada estás”. El tiempo pasa, pero nuestra apariencia de madurez no es resultado de que “el tiempo no perdona”; es que con el tiempo desarrollamos esas arrugas y piel menos firmes por las experiencias vividas. No es que el tiempo no perdone; el tiempo nos brinda experiencias y aprendizajes que solo quienes tenemos arrugas hemos vivido.
Es inaceptable que todavía en el 2023 para muchos el valor de la mujer siga dependiendo de su apariencia física. Aún más inaceptable es que si esa apariencia incluye arrugas, se asocie con lo negativo. Esta es muestra adicional del doble estándar con que se juzgan a los géneros: las canas y otras muestras de los años vividos de un hombre provocan el comentario “se ve interesante”; pero en las mismas circunstancias una mujer “ya se ve vieja”, una expresión enunciada con tono de tristeza, decepción y otros sentimientos negativos.
Esas conclusiones equivocadas son resultado de estereotipos aprendidos. Mi mamá dejó de usar mahones como a los 40 años para evitar verse como una “vieja ridícula”. Eso fue lo que aprendió y me enseñó. Yo lo batallo: me intriga saber qué pensaría si estuviera viva y viera que a los 58 años uso mahones y bikinis.
Por otro lado, en la misma red social me topé con el mensaje de un hombre joven que compartió un escrito de @FeministNews . El escrito hace referencia a las portadas de dos importantes revistas: una muestra la foto de Martha Stewart, de 81 años, y la otra a Apo Whang-Od, de 106 años y miembro de una tribu en Filipinas. El joven denuncia que parecería existir una regla no escrita que equipara belleza con juventud. Comparte que, en una entrevista, Martha Stewart expresó con orgullo que verse más joven de lo que es se lo debe a su estilo de vida. Por otro lado, el joven resalta que las arrugas de Apo Whang-Od reflejan sabiduría y experiencias. Y opina que ambas son bellas “in their own right”. Hace un llamado a nosotras las mujeres a evitar caer presas de la idea de que nos tenemos que ver más jóvenes y flacas para lograr ese estándar que nos daría aceptación y pertinencia en el mundo.
Estoy completamente de acuerdo con el joven. Por eso te recuerdo, a ti mujer con arrugas y a mí misma, que lo que muchos llaman “imperfecciones” solo reflejan los años vividos que a nadie debemos. Llevémoslas con orgullo porque, como dice el escrito, el “antienvejecimiento no es un estándar de belleza; la autenticidad lo es”.
Hace un llamado a nosotras las mujeres a evitar caer presas de la idea de que nos tenemos que ver más jóvenes y flacas para lograr ese estándar que nos daría aceptación y pertinencia en el mundo”
OPINIÓN
es-pr
2023-06-06T07:00:00.0000000Z
2023-06-06T07:00:00.0000000Z
https://epaper.elnuevodia.com/article/281934547341944
El Nuevo Dia
