El Tren Urbano opera a media capacidad -con solo dos vagones, en lugar de cuatro-, mientras se analiza la demanda que tiene entre el público y su consumo de energía, indicó el director ejecutivo de la Autoridad de Transporte Integrado (ATI), Josué Menéndez.

El sistema de transporte colectivo opera de esta manera desde el 31 de agosto, y el funcionario estimó que regresará a su configuración regular cuando culmine la prueba, entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre.

“Estamos haciendo una relación en cuanto al consumo, cuánto patrocinio tengo y cuánta generación o cargos estoy teniendo de energía”, explicó Menéndez, en un entrevista telefónica. “Todo esto se hizo también el año pasado, para el mes de marzo o febrero. Esto es algo temporero”.

La prueba ocurre en momentos en que la ATI evalúa extender el servicio del Tren Urbano, desde la estación Sagrado Corazón, en Santurce, hasta el Viejo San Juan. La corporación pública aún espera por los resultados de un “Análisis de Alternativas”, que atendería interrogantes como la ruta que el tren recorrería y qué modelo se utilizaría para la expansión.

La reducción a dos vagones no ha impactado el servicio del tren, afirmó Menéndez. Cada vagón tiene una capacidad aproximada para 172 personas.

En caso de ser necesario, la ATI puede modificar la cantidad de vagones disponibles. “Eso lo hacemos para los conciertos”, abundó. “De ser necesario, nosotros lo hacemos, no es que haya ningún problema en cuanto a eso”.

Menéndez rechazó que considere reducir la configuración del tren a dos vagones permanentemente, y añadió que le gustaría mantener los cuatro vagones “por el momento”.

“Yo prefiero la configuración de los cuatro vagones”, sostuvo. “Nos vamos a quedar con ellos”.

La prueba, expuso Menéndez, busca determinar si la ATI puede reducir el consumo energético del Tren Urbano y recopilar datos que sirvan para negociar con LUMA Energy, con el fin de reducir los costos eléctricos.

El tren consume energía a través de los rieles de contacto, explicó.