Los pacientes del Hospital Pediátrico Universitario (HOPU), en Centro Médico, ya no tendrán que salir de la institución para recibir un diagnóstico o ser sometidos a procedimientos mínimamente invasivos que requieran un escenario radiológico.

Ayer, el HOPU inauguró el primer centro de radiología intervencional a nivel pediátrico en Puerto Rico y el Caribe, una sala ubicada en el primer piso de la institución, en Río Piedras.

“Esto es un sueño que empezó hace varios años, viendo la necesidad (que había)”, dijo la doctora Iris Cardona, principal oficial médico del Departamento de Salud.

La obra comenzó con una donación inicial de $1.6 millones, por parte de la organización sin fines de lucro Direct Relief, que ayudaron a impulsar el proyecto. Al final, su costo alcanzó los $2.3 millones, una suma que se pudo lograr con la ayuda de otros donativos, públicos y privados, incluyendo MMM, Olein Corp., la Fundación Power y miembros de la Junta de Directores de la Fundación Hospital Pediátrico (FHP), se indicó en conferencia de prensa para anunciar el nuevo espacio.

“Para nosotros, era esencial que nuestros pacientes pediátricos pudieran permanecer en HOPU, bajo la atención directa de sus médicos especialistas en pediatría y atendidos por personal especializado en cuidado pediátrico”, dijo Rebeca Quiñones, directora ejecutiva de la FHP.

Al permanecer en el ambiente médico donde está siendo tratado, el paciente puede acoplarse y responder mejor al tratamiento, sin tener que estar sometido a cambios abruptos, se destacó en la conferencia.

De acuerdo con el doctor Carlos Llo

rens Marín, subespecialista en radiología pediátrica y radiología intervencional, la nueva sala posibilitará que los pacientes puedan ser atendidos con prontitud y de manera completa, para poder acceder el tratamiento necesario lo más rápido posible.

La nueva Sala de Radiología Intervencional Pediátrica (SRIP) –nombre oficial del espacio– permitirá realizar biopsias, drenajes de abscesos, control de hemorragia o sangrado excesivo, escleroterapias y tratamientos para malformaciones vasculares. También, se podrán realizar angiografías (con contraste yodado y con dilatación intravascular), biopsias de tejido blando o de hueso y punción lumbar, entre otros procedimientos.

“Esto da la oportunidad de hacer procedimientos mínimamente invasivos con menos riesgo y dolor para el paciente”, reiteró la doctora Myrna Quiñones, directora médica del HOPU.

La licenciada María Teresa Szendrey, miembro de la Junta de Directores de la FHP, explicó que, antes de que existiera el nuevo espacio, los pacientes pediátricos tenían que ser trasladados a salas radiológicas de la Administración de Servicios Médicos (ASEM) para ser atendidos en áreas de adultos.

Por la experiencia de haber tenido a un hijo, José Ignacio de Jesús Szendrey, en necesidad de este servicio mientras estuvo recluido en el HOPU, la abogada comentó que algunos médicos daban la milla extra y convertían cubículos o parte de la unidad de cuidado intensivo en una sala radiológica intervencional, para que los menores no tuvieran que salir. “Mi hijo falleció en septiembre (pasado), pero muchos otros niños lo van a disfrutar”, sostuvo.

ESPERAN MÁS COLABORACIONES

Por su parte, el licenciado Víctor Díaz, director ejecutivo del HOPU, aplaudió la colaboración que logró esta obra, e hizo un llamado a continuar esfuerzos como este para seguir fortaleciendo esta institución. “Esperamos, en un futuro, más colaboraciones como esta”, reiteró.

La nueva unidad radiológica posibilita la realización de procedimientos a través de ultrasonido, tomografía computadorizada y fluoroscopia de rayos X.

Como parte del nuevo ofrecimiento, la sala integrará los servicios especializados de terapistas “Child Life”. Este es un servicio gratuito y único en el país, que centra la atención en el aspecto emocional de los pacientes hospitalizados y sus cuidadores, incluyendo el manejo del estrés y la ansiedad para incentivar un mejor estado de ánimo.

El Hospital Pediátrico Universitario Doctor Antonio Ortiz abrió sus puertas en 1976. Se estima que, anualmente, da servicios a unos 8,500 niños y jóvenes.