A evaluación final el plan de remoción
Esta tarea estaría a cargo de una organización de bienestar animal, según publicó el Servicio de Parques Nacionales
VALERIA MARÍA TORRES NIEVES [email protected]
El Servicio de Parques Nacionales (NPS) publicó y abrió a comentarios una revisión del Plan de Manejo de Gatos Realengos en el sitio histórico del Viejo San Juan, entre cuyos cambios destaca que la remoción de los felinos estaría a cargo de una organización de bienestar animal seleccionada por la dependencia federal.
Dicha organización también se haría cargo de la remoción de las estaciones de alimentación. Como segunda opción, el NPS reclutaría a una empresa especializada para hacer los trabajos.
La selección de la organización de bienestar animal se haría mediante la publicación de una solicitud de cartas de interés. Si finalmente se elige esta alternativa, las entidades tendrían un mes para presentar sus cartas y el NPS tendría igual período para decidir.
“Si ninguna organización legítima de bienestar animal muestra interés, el NPS pasaría a la última fase de esta alternativa, que emplearía una agencia de remoción para retirar a los gatos del parque”, establece el borrador.
El documento detalla que la fase de atrapar a los felinos y eliminar las estaciones de alimentación debería completarse en seis meses, pero se podría extender. Durante ese tiempo, se permitiría la permanencia de las estaciones de comida, para ayudar a atrapar y remover a los gatos. No obstante, se suprimirían gradualmente, con un mínimo de una estación removida por mes. Al final, todas las estaciones deberán ser descartadas.
Las estrategias de captura podrían incluir el empleo de trampeo en vivo, madrigueras, modificación del hábitat, dispositivos de exclusión y repelentes, precisa el documento.
El plan revisado se redactó luego de un proceso de comentarios públicos a la propuesta original, que levantó cuestionamientos tras su publicación, en octubre de 2022, entre los residentes en el Viejo San Juan y las organizaciones que procuran el bienestar de los felinos. Uno de los principales asuntos en controversia era el futuro de los animales, una vez fueran capturados.
Según el plan –colgado en la web del NPS–, el destino de los gatos dependería de un análisis de salud y adaptabilidad, que realizaría la organización de bienestar animal seleccionada. Aquellos que estén socializados podrían ser ubicados en un hogar adoptivo o refugios, de haber espacio disponible.
Mientras, el destino de los felinos “poco socializados o poco saludables estaría determinado por el mejor juicio profesional de la organización de bienestar animal, de acuerdo con el plan de implementación de NPS y las leyes de bienestar animal y especies invasoras de Puerto Rico, y podría incluir la eutanasia, similar a las prácticas actuales”.
No obstante, Save a Gato –la organización que cuida a los felinos hace alrededor de dos décadas– estima que, en la colonia actual, que no pasa de 150 animales, la mayoría no son adoptables, indicó Karla Colom, voluntaria de la entidad.
El plan también contempla un monitoreo, a cargo del NPS, para garantizar que no haya colonias de gatos después de la eliminación de las estaciones de alimentación. De haber una presencia sostenida de felinos, la erradicación de los animales estaría a cargo de una entidad distinta a la organización seleccionada para el esfuerzo inicial. “Se prevé que se necesitarán múltiples esfuerzos de remoción”, puntualiza la propuesta.
El documento –de 83 páginas– detalla, en esencia, tres alternativas para proceder con los gatos que viven en el sitio histórico del Viejo San Juan, que comprende el castillo San Felipe del Morro, el castillo San Cristóbal, el fuerte San Juan de la Cruz, la Puerta de San Juan y tres cuartas partes de la muralla: no tomar acción alguna, implantar el plan original y actuar de acuerdo al plan revisado, que es la posibilidad que el NPS favorece.
Para Colom, la opción revisada lo único que plantea distinto es que se da un poco más de tiempo para sacar a los gatos del sitio histórico, pero alega que aún es insuficiente.
“Nosotros no estamos de acuerdo con que los saquen, pero sí estamos de acuerdo de que podemos trabajar para, quizás, bajar la cantidad”, expresó, a la vez que informó que debe ser un esfuerzo continuo y constante.
Save a Gato propone que se mantengan las condiciones actuales, mientras se les da un tiempo para comenzar a atrapar y reubicar, primeramente, a los gatos adoptables y los que no pueden serlo. Luego, paulatinamente, reubicarían en refugios y santuarios a los felinos no socializados o no saludables. De no poder alcanzarse esto, entonces estarían dispuestos a evaluar la tercera alternativa, pero con un tiempo que sea más razonable.
“Estamos dispuestos a colaborar para conseguir un ‘happy medium’, donde los gatos no salgan perjudicados y para ver qué alternativas tenemos para poder, entonces, darles la mejor calidad de vida”, señaló Colom, quien trabaja como voluntaria en la agrupación hace cinco años.
Las alternativas esbozadas en el documento también se les presentaron a las personas que asistieron a una reunión pública, el 23 de agosto. Además, se abrió a comentarios públicos por un mes, pero el período se extendió hasta el 5 de octubre, ya que los asistentes a la reunión pidieron que el documento se hiciera disponible en español.
La reunión fue poco concurrida, pero asistieron personas expertas en el tema y bien documentadas, señaló Colom.
VÍNCULO ANIMAL TAMBIÉN SE OPONE
Otra de las organizaciones que rechaza la propuesta es Vínculo Animal, pues considera que no se ha evidenciado cómo los gatos afectan los ecosistemas del área.
“No sería justo moverlos porque no hay santuarios en Puerto Rico que puedan acoger más de 100 gatos. Esos gatos, muchos de ellos, no son adoptables porque viven en estado salvaje. Entendemos que la postura que está teniendo Parques Nacionales de Estados Unidos es la de eliminar porque, si no hay a dónde llevarlos, qué es lo que va a ocurrir, pues lo que van a hacer es eutanizar animales”, expuso la presidenta de la organización, Sahira Pujols.
La NPS recibió más de 2,500 comentarios sobre la primera propuesta. La evaluación de las sugerencias tomó meses y resultó en la publicación revisada del plan. No obstante, conocer el destino final de los gatos podría tardar varios meses adicionales, correspondiente al tiempo que tomaría la evaluación de los nuevos comentarios que se reciban.
PUERTO RICO HOY
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