Nota de la editora: Este es el segundo de tres artículos que ofrecen una mirada a la creciente actividad comercial y económica que se desarrolla entre Puerto Rico y República Dominicana.

“Si la cohesión entre el comercio puertorriqueño y la comunidad empresarial dominicana acá (en Puerto Rico) fuera mayor, la Cuenca del Caribe fuera el poder económico y social en toda América”.

Esa es la contundente declaración que dio a El Nuevo Día el dominicano Pablo Puello de Jesús, asesor de la Cámara de Comercio Dominico Puertorriqueña (CCDP) en respuesta a la fuga de pensionados y comerciantes de la Puerto Rico hacia República Dominicana.

Asimismo, Puello de Jesús explicó que una de las razones por la que los puertorriqueños migran es por la falta de un modelo económico en Puerto Rico que esté más alineado con Estados Unidos.

“No hay un modelo económico en Puerto Rico. Una vez eso pueda suceder en algún momento, que podamos ponernos de acuerdo con los Estados Unidos, yo pienso que el desarrollo y crecimiento sostenido en Puerto Rico económicamente, socialmente, moralmente, va a ser imparable”, indicó Puello de Jesús.

Por décadas, la migración de dominicanos hacia Puerto Rico en búsqueda del “sueño americano” ha permitido que generaciones crezcan, trabajen y creen negocios en la isla, pero el crecimiento económico que experimenta Quisqueya ha desvelado una “migración inversa” de pensionados y comerciantes puertorriqueños hacia Dominicana.

No obstante, para los dominicanos que por décadas han residido en Puerto Rico, además de ver el cambio en tendencia migratoria como un resultado de la familiaridad cultural que comparten ambos países, también lo interpretan como un reflejo de la diferencia en torno a la visión de trabajo que poseen quisqueyanos y boricuas.

“La diferencia que hay, quizás, entre el pensionado puertorriqueño y el pensionado dominicano es que, por ejemplo, yo tengo 62 años y recibo Seguro Social, pero yo no dejo de trabajar. Sigo laborando, porque los dominicanos empezamos a trabajar desde que podemos hasta el día que nos muramos, con las botas puestas”, indicó para Miguel de Jesús, miembro y asesor de la CCDP a El Nuevo Día.

Al tiempo en que el también comerciante aseguró mantenerse leal a su nueva patria, destacó que una de las razones por la que los dominicanos suelen mantenerse en la fuerza laboral de Puerto Rico es porque, además de mantener a su familia en la isla, también envían dinero al resto de sus familiares en República Dominicana.

La conexión de los dominicanos residentes en Puerto Rico con familiares y su tierra natal es tal que -a juzgar por cifras oficiales, en el 2022- en promedio, se tramitaron desde la Isla del Encanto a la tierra del merengue unos 224 envíos de dinero por cada día del año.

EL APORTE A LA FUERZA TRABAJADORA DE PUERTO RICO

La población procedente de República Dominicana representa el grupo demográfico con mayor presencia en Puerto Rico. Se estima que la comunidad dominicana en Puerto Rico sobrepasa las 55,000 personas, según datos de la Negociado del Censo de Estados Unidos.

“En este momento, la fuerza laboral principal en Puerto Rico, para beneficio de la sociedad civil de Puerto Rico y el gobierno de Puerto Rico, es la fuerza laboral dominicana que está aquí, en las diferentes facetas como en la medicina, la educación y la construcción”, dijo De Jesús.

Además, de acuerdo con el presidente y fundador de la CCDP, Ramón Darío Jiménez, los dominicanos que viven en Puerto Rico, aunque en su mayoría no consideran regresar, aportan a las economías de Puerto Rico y de República Dominicana.

El presidente de la CCDP exhortó a que los gobiernos abran una vía de comunicación con la organización para impulsar el sector empresarial dominico puertorriqueño. El pasado mes, sostuvieron una reunión con el alcalde de San Juan, Miguel Romero, y este mes, recibieron en la isla a funcionarios dominicanos.

Además, insistieron en que los dominicanos llegaron a la isla para ocupar el espacio que han dejado los puertorriqueños que han emigrado a otros países, particularmente hacia Estados Unidos.

“Nosotros venimos y ocupamos por decirlo así, parte de ese espacio que crea la ausencia del puertorriqueño. Estamos tratando de representarlo haciendo lo mejor que podemos para Puerto Rico. Lo que no está haciendo el puertorriqueño, porque tuvo que irse, nosotros lo estamos haciendo, por nosotros y por Puerto Rico”, dijo Jiménez.

En tanto, Jiménez aludió -como símbolo de la hermandad que existe en el Caribe- a la icónica frase poética “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas” de la ilustre Lola Rodríguez de Tió, que a su juicio, no deja a un lado al país dominicano, pues asegura que el “pájaro” al que hace referencia la escritora puertorriqueña representa a República Dominicana.

EL ENVÍO DE REMESAS

Jiménez estimó que en los pasados 60 años se han enviado, desde Puerto Rico, alrededor de $150,000 millones, de los cuales cerca de $8,600 millones se habrían transferido durante el 2020, el año de la pandemia por COVID-19.

Datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) indican que en los primeros nueve meses del 2023, esa economía recibió unos $7,597 millones en remesas o 3.9% más que en el mismo periodo durante el 2022. Según la dependencia, casi el 86% de tal transferencia de fondos provino de Estados Unidos, un 5.4% se transfirió desde España. Desde Haití e Italia se transfirió el 1% y 0.8% de las remesas, respectivamente. Otro 7.3% llegó del resto del mundo.

El año pasado, el número de transacciones de envío de dinero documentadas por el BCRD desde Puerto Rico ascendió a 81,682. Aunque el número de transacciones menguó en casi 11% en relación con el 2021, el monto de la remesa familiar aumentó 1.6%. En promedio, cada envío mensual de una remesa familiar desde Puerto Rico a Dominicana rondó unos $216 en el 2022, según el BCRD.

El año pasado, según el BCRD, el Producto Interno Bruto (PIB) de República Dominicana se estimó en unos $114,000 millones y, en ese año, las remesas recibidas representaron el 8.6% del PIB.

Ante la aportación económica de los dominicanos residentes en Puerto Rico a la economía de ambos países y el aumento en el interés de puertorriqueños en República Dominicana, los portavoces de la Cámara de Comercio Dominico Puertorriqueña insistieron en que este es el momento idóneo para fortalecer los lazos comerciales entre los países.

“Si la cohesión entre el comercio puertorriqueño y la comunidad empresarial dominicana acá (en Puerto Rico) fuera mayor, la Cuenca del Caribe fuera el poder económico y social en toda América”

PABLO PUELLO DE JESÚS

ASESOR DE LA CÁMARA DE COMERCIO DOMINICO PUERTORRIQUEÑA

“Lo que no está haciendo el puertorriqueño, porque tuvo que irse, nosotros lo estamos haciendo, por nosotros y por Puerto Rico”

RAMÓN DARÍO JIMÉNEZ

PRESIDENTE Y FUNDADOR DE LA CÁMARA DE COMERCIO DOMINICO PUERTORRIQUEÑA