FIESTA DESDE EL PRIMER SWING
Jorge Figueroa Loza
En la noche del 6 de mayo de 2015, la familia Rosario debatía qué iba a conectar Eddie en su primer turno al bate en las Grandes Ligas en su debut con Twins de Minnesota en el Target Field.
Unos dijeron que fuera un hit. El tío pidió un cuadrangular. Su padre, Eddie, solo quería que hiciera contacto con la esférica.
En la baja de la tercera y con el marcador en cero contra el zurdo Scott Kazmir, en aquel entonces abridor de los Athletics de Oakland, el jardinero guayamés despareció la pelota por el bosque izquierdo en el primer lanzamiento que vio: una recta alta a 91 millas por hora.
Mientras, Rosario corría eufórico las bases, su padre y el resto de sus familiares brincaban de alegría en las gradas con celulares en manos.
“La emoción fue grande. Estaba grabando y lo que salió fue el piso. Imagínate. Manoteando para todos lados. Espectacular. Nunca se va a olvidar ese momento. Qué te puedo decir. Lo demás es historia”, relató Eddie, padre, a El Nuevo Día, sobre el momento.
Rosario fue selección de sexta ronda por los Twins en el sorteo de 2010. Días antes de su
debut, Minnesota le dio la noticia de que se daría su “primer café” en las Mayores durante la primera semana de mayo de 2015.
Y la familia de Rosario, de inmediato, hizo los preparativos para estar presente en el momento más anhelado de su hijo.
“Estuvimos mi esposa y yo. Mi hermano y su esposa también. Fueron dos días de angustia, nervios, de un momento muy esperado. Nos dicen que hoy (el 6 de mayo de 2015) va a jugar, y estamos muy emocionados. ¿Qué va a pasar?. En ese momento, no sabía. Lo que yo quería era que luciera bien. Que no luciera errático. Que tuviera un buen juego e hiciera las cosas bien. Que sí podía estar ahí”, contó Eddie, padre.
“Cuando le toca el turno hablamos de lo que va a hacer. Unos querían un hit. Mi hermano quería jonrón y yo lo que quería era que le diera a la bola. Preparados con los teléfonos en las manos. Sucedió lo que sucedió. Eso fue espectacular. Bien emocionante. Dije, ‘diablos, esto es increíble’. James pensé que el tipo iba a hacer swing a la primera bola. Fue bonito para nosotros”, agregó.
Desde entonces, Rosario ha tenido una carrera destacada. El mejor año de su carrera fue en 2021, cuando ayudó a los Braves de Atlanta a ganar su primera Serie Mundial en 26 años. Rosario aportó en grande con el madero, ganando el premio del Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
Con 31 años, Rosario volverá a la postemporada de MLB como campeón de la División Este de la Liga Nacional.
“El sueño de él era llegar a las Grandes Ligas a pesar de los momentos bajos que tuvo durante ese tiempo. Nosotros como apoyo, como padres, estuvimos ahí 100%. Nos sacrificamos por él. Había que costear muchos viajes. Pero él hizo el sacrificio mayor. Se tuvo que chavar porque hay otros peloteros que también quieren llegar. Cuando Minnesota le dio la oportunidad de subir, ahí está el fruto. Yo soy el papá y yo gané el campeonato mundial (cuando ganó con los Braves)”, expresó.
Aunque no derramó lágrimas cuando su hijo dio su primer hit en las Mayores, Eddie, padre, entiende muy bien lo que vivió el papá de Kerkering.
“Ver el debut de un hijo, está “nasty”. Uno dice que es una chulería. Más cuando son padres que han criado a sus hijos y los han llevado hasta lo último. Me imagino que ese señor vio a su hijo pasar por muchas cosas para cumplir su sueño y lograrlo. Eso es único. Es un sentimiento diferente a todos los que uno tiene en la vida”, confesó Eddie, padre.
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2023-09-30T07:00:00.0000000Z
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