El Nuevo Dia

DOS POR UNO PARA SANTOS, PADRE

Santos Alomar Sr. tuvo que guardar sus emociones al ver a sus dos hijos, Roberto y Sandy, debutar el mismo año con los Padres de San Diego.

En 1988, Alomar fungía como coach de la novena californiana y, el 22 de abril, Roberto –a sus 20 años- recibió el llamado para estrenarse en las Mayores con los Padres frente a los Astros de Houston.

El primer hit de Roberto vino contra Nolan Ryan, integrante del Salón de la Fama del Béisbol. Roberto pegó una roleta hacia el campocorto Rafael Ramírez, quien no pudo controlar la pelota para el salinense llegar quieto a primera y registrar su primer imparable en las Mayores.

El ver a su hijo pegarle de hit a uno de los brazos más dominantes del béisbol no resultó sorpresivo para Santos, quien entrenó tanto a Roberto como a Sandy desde temprana edad en una familia donde se desayunaba, almorzaba y cenaba béisbol.

“Para mí es muy distinto a lo que el señor (Kerkering) sintió. Fui coach de ellos (en las Menores) en Charleston, Carolina del Norte, en 1985. Así que ya uno los veía jugar. Uno veía el progreso de ellos. Al verlos uno pensaba que iban a llegar juntos y, agraciadamente, así fue”, contó Alomar Sr., también expelotero, de 79 años, a El Nuevo Día.

“Es un orgullo para todo padre ver a su hijo hacer lo que él añoraba hacer. En el caso mío es distinto porque yo sé lo que uno siente cuando uno está en el juego. El señor (Kerkering) tiene que sentirse superorgulloso de que su hijo debutó e hizo lo que hizo”, agregó.

Alomar Sr. mantuvo el temple hasta acabar el encuentro. Después, vinieron las felicitaciones y abrazos, ya que vivían juntos en un apartamento.

“Abrazarlo y decirle que todo iba a llegar. Que se mantuviera trabajando fuerte. Y fue algo que se mantuvo haciendo. Yo les exigía a ellos mucha disciplina. Nosotros éramos padre e hijo fuera del parque. En el juego éramos coach y jugador. Había que mantener esa distancia en cierto sentido para evitar ciertos comentarios”, compartió.

A Sandy le tocó debutar el 30 de septiembre, un día antes de acabar la temporada regular, con 22 años en aquel entonces. Se ponchó al acumular un turno al bate.

“La diferencia entre Santitos y Roberto era que los Padres tenían de receptor a Benito (Santiago, también boricua). Buen catcher. No podían subir a Santitos porque no podía jugar. Lo dejaron allá en Triple A, donde fue el Jugador del Año”, indicó.

Roberto pasó a convertirse en uno de los mejores intermedistas de su generación, exaltado al Salón de la Fama en Cooperstown en 2011. En aquel momento, fue el tercer puertorriqueño en ingresar al recinto de inmortales, detrás de Roberto Clemente y Orlando “Peruchín” Cepeda.

Sandy Alomar, por su parte, brilló como receptor en 11 de sus 20 temporadas en Cleveland. Fue Novato del Año, ganó un Guante de Oro y tuvo seis apariciones en el Juego de Estrellas. Actualmente, es coach de primera base de los Guardians.

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2023-09-30T07:00:00.0000000Z

2023-09-30T07:00:00.0000000Z

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