L alínea editorial del periódico El Nuevo Día del domingo 17 de septiembre es certera, como flecha con punta de plata, apuntando al corazón del vampiro de la politiquería en el Departamento de Educación.

Certera al adoptar y recomendar la descentralización y el empoderamiento de la comunidad escolar: administradores, magisterio, padres y estudiantes para vencer al que nombré, durante la huelga magisterial dirigida por la FMPR en el año 1974, monstruo burocrático.

Aplaudo y respaldo con entusiasmo y esperanza el Editorial porque lo que hoy anuncian es lo que ayer recomendamos e inclusive por lo que luchamos en la calle y en las aulas durante los últimos sesenta y cinco años.

Respaldo el nombramiento de un secretario de Educación por un período de 10 años siempre y cuando se permita a la unión que gane la unidad apropiada en representación del magisterio ejercer sin cortapisas todos los derechos constitucionales que les son propios, incluyendo un proceso justo de quejas y agravios en todo aquello que afecte sus condiciones de trabajo y el derecho a la huelga.

Ante un escenario como el que promueve el Editorial y los que expongo sólo quedarán como opción de colegios privados los absolutamente excelentes. Los demás quedarán como soluciones obsoletas porque las escuelas públicas serán desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde el oasis donde los estudiantes beberán el agua de la educación y de la excelencia que siempre hemos anhelado y la seguridad física que los padres compraban con grandes sacrificios en los colegios privados.

Para lograr lo imposible hay que ser realistas y el que escribe es además optimista.

Descentralicemos, despoliticemos, democraticemos y convirtamos el Departamento de Educación pública en lo que los constituyentes soñaron. El mejor sistema de educación del mundo, desde los párvulos hasta la universidad.

Nada menos que eso se merece nuestra juventud.

Félix F. Rodríguez Hernández Expresidente Federación de Maestras y

Maestros de Puerto Rico