Los Pirates de Pittsburgh cuentan con un psicólogo boricua
El psicólogo manatieño labora hace una década con los Pirates de Pittsburgh tanto en las Grandes Ligas como en las Menores
ANTOLÍN MALDONADO RÍOS [email protected]
No todo es analítica. Ni todo son estadísticas. En el béisbol de Grandes Ligas irse de 4-4 con el bate mucho tiene que ver con talento y habilidades. Pero la parte mental no es menos importante.
Es justo ese el aspecto del juego en que se enfoca el puertorriqueño Héctor Morales, doctor en psicología que labora con los Pirates de Pittsburgh como director de desarrollo internacional, un programa que ayudó a instituir en 2015 dentro de la organización, bajo la División de Entrenamiento y Desarrollo de Peloteros.
Morales, un exoficial del Ejército de Estados Unidos, nació y se crió en Puerto Rico. Natural de Manatí, tuvo su preparación académica en la isla, en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, donde completó un bachillerato en pedagogía con especialidad en educación física. Durante esos años participó del programa del ROTC y luego de graduarse ingresó al Army como activo.
Fue estando en la milicia que completó un grado de maestría en Georgia, también en educación física, y terminaría convirtiéndose en profesor de la prestigiosa Academia Militar de Estados Unidos en West Point, Nueva York.
Ya retirado de la vida militar, cruzó a otro ‘campo de batalla’ tras ser reclutado hace 10 años por los Pirates. Hoy día, una de sus satisfacciones, aparte de contribuir a que los peloteros alcancen su máximo potencial fortaleciendo su aspecto mental, es que el programa que dirige ha motivado e impulsado a 150 peloteros para que se gradúen de escuela superior en los ocho años que lleva en dicha división.
Se trata de jugadores que abandonaron la escuela para dedicarse al béisbol, principalmente los que están en las academias en República Dominicana, pero también de otros países, pues los Pirates han reclutado igualmente de otras partes del globo.
“Esta es mi décima temporada con los Pirates y espero antes de enganchar la gorra, llegar un poco más cerca”, dijo Morales, riendo de entrada en entrevista con El Nuevo Día, en referencia a un viaje a la Serie Mundial, algo que no ocurre en la organización desde 1979, cuando Morales era un preadolescente en su natal Manatí.
“Fui a la UPR como atleta de judo y lucha olímpica con el maestro (Hiromi) Tomita. Tuvo una influencia increíble en mí, en la manera de desarrollar el entrenamiento y cómo entrenar y prepararme”.
TUVO UNA CARRERA MILITAR
Morales sirvió 26 años en la milicia y se retiró con el rango de teniente coronel, además de un doctorado en psicología deportiva, preparación que llevó a los Pirates a contactarlo.
Hoy día trabaja con los peloteros latinos de toda la organización de los Pirates, y eso incluye los de Grandes Ligas y los de las Menores, así como los jóvenes internacionales que no van al draft de las Mayores. Desde 2014 ha asistido a todos los jugadores de habla hispana que al presente están en el equipo grande de Pittsburgh.
“Yo empecé en la milicia en tercer año de universidad. Mi inglés era de un soldado raso, en Fort Benning (Georgia). Pero regresé al ROTC, ya con el inglés un poco mejorado, y después de graduarme y ser campeón de la LAI (en judo) volví a la milicia y estuve 26 años sirviendo. Me retiré como teniente coronel, profesor de educación física y alto rendimiento en la Academia Militar en West Point”, contó.
“Era profesor de educación física con doctorado en psicología deportiva. Fue un viaje interesante, pero a través de ese viaje, siempre he estado conectado con el deporte”, continuó.
Entre sus múltiples experiencias también fue entrenador de judo del equipo de las Fuerzas Armadas. Fue al dejar de competir para dedicarse a entrenar, que se percató de la necesidad de que los atletas fortalezcan su aspecto mental para poder alcanzar su máximo rendimiento.
De hecho, dijo que cuando se llega a un alto rendimiento en el deporte, los talentos suelen ser similares entre los atletas elites. Es la fortaleza mental y el corazón del competidor, lo que, dijo, marca la diferencia para prevalecer.
Entonces decidió empezar a estudiar por su cuenta en un centro de entrenamiento de alto rendimiento en West Point, antes de que la academia lo contratara como profesor permanente de su facultad y lo
“En 2015 comenzamos el programa de desarrollo internacional. Y después de ocho años, tenemos un sistema específico que nos ayuda a identificar en los peloteros elementos de la mentalidad y a crear programas individualizados para ayudarlos, basado en su personalidad, y darle herramientas para llegar a su máximo rendimiento” HÉCTOR MORALES PSICÓLOGO DE LOS PIRATES
enviara a los tres o cuatro años a la Universidad de Florida State a cursar estudios formales en ese campo. Fue allí donde consiguió otro bachillerato en psicología y un doctorado.
DEL AULA AL ESTADIO
Pero su salto del aula de clases a los estadios, y su conexión con Pittsburgh y los Pirates, se concretó precisamente gracias al béisbol. Con un hijo que practicaba este deporte, comenzó a trabajar probono con su equipo de béisbol, al tiempo que fue adquiriendo experiencia.
“Cuando llegó el tiempo para retirarme (del Ejército) en 2013, los Piratas estaban buscando alguien que hablara español para añadir a su sistema de preparación mental. No era psicología en sí, sino el trabajo mental”.
Por eso, su contratación inicial fue como entrenador de rendimiento mental.
Hoy día trabaja con cientos de peloteros, incluyendo los ya firmados como profesionales que juegan en el sistema de ligas menores de los Pirates, así como los que están en academias en República Dominicana y en Estados Unidos, en Florida.
“Nos empezamos a dar cuenta que habían elementos de desarrollo y rendimiento que no estaban completados por muchos de esos muchachos… dejaron de ir a la escuela, dejaron de estudiar y se enfocaron solo en béisbol, y al no tener ciertos elementos en su desarrollo, se nos estaban quedando cortos. No tenían fundamentos de desarrollo emocional, de cómo procesar la información”, dijo.
“Y en 2015 comenzamos el programa de desarrollo internacional. Y después de ocho años, tenemos un sistema específico que nos ayuda a identificar en los peloteros elementos de la mentalidad y a crear programas individualizados para ayudarlos, basado en su personalidad, y darle herramientas para llegar a su máximo rendimiento”.
En ese sentido dijo que trabaja mano a mano con el también puertoriqueño, Stephen Morales, quien es coach asistente e intérprete para los jugadores latinos.
“Lo que Stephen hace para mí es que se enfoca en los latinos, y está viendo cuando hay indicaciones de falta de enfoque, de falta de motivación, o de comunicación, o que no entienden al mánager muy bien”.
Morales entonces le refiere casos, y el especialista, uno de varios psicólogos en el equipo, le ofrece herramientas que el coach ayuda a que el jugador implemente en su rutina.
Morales dijo que para que esa comunicación con los peloteros se dé, tiene que haber un clima de confianza que no se gana de la noche a la mañana.
De 180 peloteros en la organización en las Menores, el psicológo dijo que 127 son internacionales, la mayoría latinos, y todos caen bajo su Departamento de Desarrollo Internacional. Si se suman los 70 que están en academias, el total se eleva a 250. A eso hay que incluir los de Grandes Ligas.
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