El Nuevo Dia

Pérez tiene hasta mañana para responder por dientes

Víctima del ‘paletazo’ demandaría al legislador del PNP

POR EDWIN J. RODRÍGUEZ RIVERA [email protected]

EL REPRESENTANTE penepé Ángel Pérez tiene hasta mañana para ir a hablar con la ciudadana Carmen Rosario Rivera y evitar que ella tome acción legal en su contra, luego de que un seguidor del legislador le partiera dos dientes tras lanzarle una bolsa de dulces durante una trulla navideña, según ella alega.

“Yo le doy hasta el viernes (mañana) o hablaré con mi abogada para tomar acción legal, para que (Ángel Pérez) me responda”, afirmó ayer Rosario, quien vive hace tres años en el residencial Las Palmas, en Cataño.

De acuerdo con Rosario , fue en el patio de su apartamento donde la noche del 17 de diciembre pasado una bolsa llena de bombones y paletas impactó su boca y le partió dos dientes inferiores.

“Uno de los dos dientes nunca lo en- contré, el otro se me quedó un canto en la boca”, narró Rosario a este diario.

Una verja de unos ocho pies de altura bordea el residencial y al otro lado pasa la carretera PR-869. El apartamento de Rosario colinda con esa verja. Ella relató que la caravana de Pérez iba por la calle y desde el carril más lejano uno de sus seguidores lanzó la bolsa, que voló por encima de la verja y le dio el doloroso cantazo. La distancia entre la calle y el lugar donde se encontraba la mujer es de unos 30 ó 35 pies.

“Me cayó esa bolsa con unas paletotas … y me partió estos dos dientes y cuando me toqué que vi que me faltaban dos dientes me volví loca. Dije: ‘¡Mis dientes!’ Empecé a llorar porque esa es mi dentadura... Me dañó las Navidades… yo llevo semanas que yo no duermo”, indicó.

Aseguró que sus dos dientes inferiores ahora son postizos y están agarrados al nervio por tornillos. Asimismo, mostró una carta del dentista Roberto Galíndez en la que se informa que la mujer de 37 años sufrió un “trauma dental”.

Según Rosario -quien radicó una querella contra Pérez en el cuartel de Cataño-, el dentista le aseguró que en algún momento los nervios de sus dientes afectados morirían y estos se caerían.

Otra dentista le hizo el trabajo en su dentadura, por el que pagó un deducible de $40. El primer odontólogo no quiso hacer el trabajo por las consecuencias que podría tener. Así que Rosario decidió decirle a la segunda dentista que se había caído “por el miedo de que no me arreglara mi boca”.

Finalmente, la madre de tres niñas y un niño (testigos del incidente) aseguró que si el representante estadista hubiese hablado con ella en un tiempo razonable “hubiésemos arreglado”.

PUERTO RICO HOY :

es-pr

2012-01-12T08:00:00.0000000Z

2012-01-12T08:00:00.0000000Z

https://epaper.elnuevodia.com/article/283141425626351

GFR Media, LLC